Crónicas exorcistas – Enero 2023

Crónicas, relatos y experiencias de Josep Riera y Aguamarine en el campo de los exorcismos, la lucha contra los entes malignos, la sanación espiritual y la liberación de espíritus desencarnados y almas errantes

©Josep Riera y Aguamarine de Santantoni – El Templo de la Luz Interior – Todos los derechos reservados

La posesión perfecta es muy real, aunque nos cueste creerlo

El término «Posesión perfecta» describe un estado en el que una persona no sólo invita libremente a un demonio a poseerla, sino que también coopera, con pleno consentimiento de la mente y la voluntad, en el deseo malicioso del demonio de destruir el Reino de Dios y a sus hijos. Algunos piensan que este tipo de malevolencia humana no es posible, pero están totalmente equivocados. Sobre este espantoso fenómeno, escribió mucho el ya fallecido exorcista padre Malachi Martin. Tal como se aplica el término, una víctima de posesión perfecta está absolutamente controlada por el mal y no da ninguna indicación externa, ningún indicio en absoluto, de lo demoníaco que reside en su interior. No se encogerá, como otros poseídos, a la vista de símbolos religiosos como un crucifijo o un rosario. El perfecto poseso no se reprimirá al contacto con el agua bendita ni dudará en hablar de temas religiosos con ecuanimidad, compostura y calma. Tal vez nunca sepamos por qué la gente se entrega tan perfectamente a la fuente del mal, pero el hecho es que hay personas cuyas vidas están entregadas en cuerpo y alma a la promoción del Reino de las Tinieblas .

Para saber más:

https://eltemplodelaluzinterior.com/2023/01/25/la-posesion-perfecta-segun-el-padre-malachi-martin/

https://eltemplodelaluzinterior.com/2023/01/25/el-rehen-del-diablo-hostage-to-the-devil-inquietante-documental-sobre-un-exorcista-real-malachi-martin/


San Miguel, defiéndenos

San Miguel Arcángel, defiéndenos hoy y siempre de los espíritus malos que nos acosan, perturban, enferman y atormentan. Amén.


El mundo invisible y la guerra espiritual

Escribe San Pablo (2 Corintios, 4:18): «No mirando nosotros las cosas que se ven, sino las que no se ven; pues las cosas que se ven son temporales, pero las que no se ven son eternas».
El apóstol afirma aquí claramente que existe un mundo invisible. Existe pues un mundo sobrenatural, más allá de nuestros limitados sentidos físicos. Y es en ese mundo invisible donde tiene lugar la guerra espiritual.
Esta lucha es llamada guerra, porque Satanás y todas sus huestes en el infierno están en rebelión absoluta contra Dios.
Y esa guerra espiritual puede manifestarse en muchas maneras. Con incidencia clara y directa, también, en nuestro mundo terrenal, donde de una forma u otra todos los humanos estamos siendo continuamente tentados por el Maligno.


La envidia origina muchos trabajos de magia negra

La envidia es muchas veces la causa de que algunas personas hagan brujería contra otras, o encarguen hacerla a brujos, calcus o magos negros.

https://eltemplodelaluzinterior.com/2023/01/18/la-envidia-es-el-origen-de-muchos-trabajos-de-magia-negra/


Una vela de la Virgen fue trabajada con magia

https://eltemplodelaluzinterior.com/2023/01/16/una-vela-de-la-virgen-de-fatima-fue-trabajada-con-magia-negra/


Protección de bebés con la medalla de san Benito

https://eltemplodelaluzinterior.com/2023/01/15/proteccion-de-bebes-con-la-medalla-de-san-benito/


Ten agua bendita y una medalla de san Benito en la puerta de tu casa

En un lado interior, junto a la puerta de entrada de tu hogar, es muy recomendable instalar una pequeña pila o colocar un pequeño recipiente o pocillo de cristal o cerámica conteniendo agua bendita y crear el hábito de santiguarse cada vez que los miembros de la familia salen o entran de casa. Y para un toque sacramental de protección, cuelga una medalla de san Benito cerca o sobre la puerta, a modo de ‘detente’, para que repela cualquier espíritu negativo que pueda acercarse.


La posesión se produce en todas las culturas

El fenómeno de la posesión tiene lugar en distintos pueblos y culturas en todo el mundo. Pero no solamente existen las posesiones demoníacas. Una persona puede ser poseída por demonios, por espíritus o incluso por entidades divinas.

https://eltemplodelaluzinterior.com/2023/01/14/en-todos-los-pueblos-y-culturas-existe-el-fenomeno-de-la-posesion


Maldiciones destructivas sobre el matrimonio

Como ya hemos indicado en otras ocasiones, una maldición es lo contrario de una bendición. Cuando una persona es bendecida, se encomienda a Dios; cuando es maldecida, se encomienda al diablo. Las maldiciones tienen diversas formas y procedencias. El padre Gabriel Amorth dice que las maldiciones poderosas se lanzan en ocasiones especiales, como bodas y cumpleaños.

Ocurre en ocasiones que hay padres que maldicen a su hijo o hija porque no les gusta con quien se va a casar. La maldición más común es cuando la madre o el padre dicen: «Si te casas con él/ella te arrastrarás por el suelo». O expresiones parecidas, siempre haciendo referencia a la infelicidad y al infortunio. Lamentablemente, una maldición así surte realmente efecto. Las parejas experimentan dificultades económicas. Por mucho que intenten salir adelante y progresar, no lo consiguen. Fracasan y en algunos casos fracasan estrepitosamente. Muchas parejas no saben la verdadera razón de que todo les vaya mal. Sus hijos pasan enfermos o se vuelven  problemáticos. Siempre hay problemas en casa. Los malentendidos y las discusiones surgen sin previo aviso ni motivo válido. Y todo ello se debe a los terribles y negativos efectos de la maldición lanzada sobre ellos.

La más malvada de las maldiciones es la que recae sobre las alianzas (anillos) de boda. El símbolo por excelencia de la fidelidad y la bendición material en el matrimonio, queda maldito. Alguien lleno de envidia y odio tuvo acceso a los anillos cuando estaban preparados para la boda y los maldijo. En tales casos, una maldición tan poderosa la realiza un brujo negro, por encargo. Por fortuna, siempre existen oraciones de liberación y rituales para anular este tipo de maldiciones tan perjudiciales.


La inutilidad del nuevo Ritual de Exorcismos

La Iglesia nunca ha sido muy detallada a la hora de hablar sobre el diablo. La existencia de Satanás no es un dogma. La liturgia sólo lo menciona para expulsarlo. En el nuevo ritual de exorcismos del año 1999, las fórmulas de exorcismo ya no se dirigen a Satanás, sino a Dios. Las normas e instrucciones de este nuevo ritual hacen hincapié en el discernimiento, calificado como obligatorio y siempre previo al «gran exorcismo», que sólo se realizará, según se indica, en casos excepcionales.
Hasta ahora, tres signos permitían distinguir la intervención diabólica: «el hecho de hablar en lenguas desconocidas, de revelar cosas ocultas o lejanas y de mostrar una fuerza incompatible con la edad y la salud». El nuevo ritual hace aún más raros los casos de posesión al añadir un cuarto signo: la expresión de una «aversión visceral a Dios, al santísimo nombre de Jesús, a la Santísima Virgen María y a los santos, a la Iglesia, a la Palabra de Dios, a los ritos, especialmente a los sacramentos, y a las imágenes sagradas».
Por estas y otras razones, muchos exorcistas en todo el mundo, tanto religiosos como laicos, seguimos utilizando el viejo Ritual de Exorcismos del año 1614, cuyas oraciones son mucho más fuertes y poderosas. Incluso el mismo padre Gabrielle Amorth, quien fuera exorcista oficial del Vaticano y fundador de la Asociación Internacional de Exorcistas, criticaba con suma dureza el nuevo ritual, calificándolo prácticamente de «inútil» a la hora de enfrentarse a una posesión demoniaca, y seguía utilizando, como también hacemos nosotros, las antiguas oraciones en latín.


Tentación, obsesión, opresión, posesión

La tentación es una de las acciones ordinarias del Demonio y forma parte de la propia condición humana. Como personas somos continuamente tentados, al igual que lo fue Cristo.
Cuando se abre una puerta a la oscuridad se produce lo que la iglesia llama obsesión demoniaca. En los libros clásicos de Teología sólo se usaban tres términos: tentación, obsesión y posesión.
A partir de los años 70 y 80 del pasado siglo se empezó a hablar de opresión, en un intento de diferenciar entre las aflicciones, ataques o manipulaciones de la mente (obsesión) y del cuerpo (opresión) por parte de Satanás. La posesión es el extremo radical, en el cual una mente y un cuerpo están afligidos por el maligno.


Espíritus ruidosos

En Parapsicología se estudia el fenómeno conocido como Poltergeist, palabra alemana que significa «espíritu ruidoso» o «espíritu inquieto». Los poltergeist son espíritus ruidosos que buscan llamar la atención. Se manifiestan de múltiples y escandalosas formas, como son ruidos misteriosos, olores (agradables o no), muebles que se desplazan por su cuenta, fríos súbitos, voces inexplicables, objetos que aparecen y desaparecen, etcétera.
Este tipo de fenómenos paranormales se producen cuando el alma por distintas razones no puede descansar o cuando siente que su espacio familiar está siendo invadido.

https://eltemplodelaluzinterior.com/2023/01/12/sonidos-y-otras-senales-que-indican-la-presencia-de-espiritus-en-tu-casa


El origen de los demonios

La creencia en demonios y espíritus malignos se remonta a la Prehistoria y está presente en casi todas las religiones. Las ideas cristianas respecto a estos seres tienen su origen en alusiones a los «espíritus impuros» que aparecen en el Antiguo Testamento y en mitos ancestrales de Babilonia o Egipto y de los cultos paganos con los que el cristianismo primitivo entraba en contacto.


«Malas vibras»

Lo que las personas acostumbran a llamar «mala energía» o «malas vibras», en realidad son perturbaciones y obsesiones causadas por malos espíritus. O en el peor de los casos, posesiones de entidades malignas.


Hay entidades que se comunican a través de los olores

Muchas personas tras fallecer tienen el deseo o la necesidad de comunicarse con sus amigos o seres queridos y optan por hacerlo de maneras diferentes. Se conocen numerosos testimonios sobre la aparición de entidades fantasmales en un momento de dolor o escuchar voces fantasmales con la intención de consolar o advertir. Pero poco se habla de mensajes fantasmales a través del olor.

La percepción de olores repentinos, cuando no hay una explicación racional, puede ser una de las señales más comunes de una manifestación paranormal. Por lo general, el olor está relacionado con la presencia de un espíritu. Las entidades desean hacernos saber que están presentes a través de un olor repentino e inexplicable. La aparición de cierto olor puede desencadenar instantáneamente una comunicación con espíritus positivos sin causar alarma o por lo contrario, puede tratarse de entidades negativas o demonios.

Uno de los olores más frecuentes es el de distintas esencias florales, pues el olor a flores frescas es atribuido a la presencia de seres queridos que han fallecido recientemente. También algunos espíritus presentan olores singulares que estaban asociados con ellos cuando estaban con vida (tabaco, perfumes, colonia..)

Sin embargo también existe el lado negativo Los olores de moho, huevo podrido o azufre y de alimentos podridos suelen asociarse a espíritus infelices, poco amistosos. En estos casos no se trata de algún ser querido, sino de algún mal espíritu o una entidad demoniaca. Por ejemplo, muchos demonólogos estamos convencidos de que el olor a azufre es una clara evidencia de la presencia de un espíritu maligno o incluso de un demonio.


El gran poder espiritual del aceite bendito

El aceite expresa actividad  espiritual intensa y fuerte. En los Hechos de los Apóstoles) vemos que los primeros cristianos utilizaban ya el aceite bendito, para curar a alguien de sus heridas o enfermedades. (Santiago 5, 13-15).

https://eltemplodelaluzinterior.com/2023/01/15/el-gran-poder-espiritual-del-aceite-bendito-y-exorcizado/


Las pruebas del diablo

El diablo es un tentador. Te somete a pruebas y te tienta. Te ofrece cosas que no te mereces o atajos. Te los ofrece a cambio de que te corrompas. Si lo consigue, formarás parte de sus dominios.
Pero el diablo no aumenta o disminuye su poder. Sólo sus posesiones. El diablo está unido al mundo material como el Gran Tentador. Él no necesita alimentarse. El diablo tiene permiso de martirizar a las víctimas que han sido atraídas a su dominio. Las que han sucumbido.

Porque debes experimentar las consecuencias de tus decisiones. Si eres de naturaleza perversa, simplemente te desarrollarás en niveles perversos hasta la propia destrucción y te fundiras con la energía del mal. Todo mal tiende al final a la destrucción de su entorno y de sí mismo. Ya que tiende a poseer, explotar y abusar de todo lo que le rodea.

No hay evolución en el mal, es solo un camino hacia la perdición. No hay camaradería en sus jerarquias, sino envidia y traición. Y solo se infunde el miedo, para procurar respeto. Pero es un camino necesario para los injustos, para darles la oportunidad, mediante el sufrimiento, de revertir sus actitudes o destruirse definitivamente.


La causa de los vicios es una posesión espiritual

Los vicios (alcohol, droga, sexo) tienen su origen en perturbaciones o posesiones de espíritus. Las posesiones espirituales no distinguen de creencias, razas, géneros o edades. Hay casos de todo tipo, pero el proceso para liberar al espíritu y sanar a la persona perturbada, denominado liberación espiritual, es similar en todos ellos. No importa la religión o las creencias de la persona afectada. Lo que sí se necesita es tener una gran fortaleza moral y un amplio conocimiento espiritual para ejercer la liberación.


La auténtica pandemia

¿Saben ustedes cuál es la auténtica y real pandemia? La desaparición de al menos 800.000 niños cada año en todo el mundo (algunas fuentes elevan esa cifra a más de un millón). Niños y niñas que no son hallados nunca más, porque son usados para consumo de pedófilos, venta de órganos, sacrificios en ritos satánicos…
Pero de esta realidad tan atroz apenas se habla y no se hace nada para impedirlo, porque no pocos representantes de las más altas esferas de poder (político, empresarial, legislativo, policial, religioso) están implicados en esos actos bestiales e inhumanos.


Agua y sal exorcizadas

Existe un ritual especial de oración, llamado “bendición de exorcismo” que se recita para dar a la sal y al agua bendita una bendición especial. Esta sal exorcizada, junto con el agua bendita y también exorcizada, son especialmente eficaces contra las perturbaciones, los ataques y las infestaciones de hogares causadas por malos espíritus.


Quiénes pueden realizar exorcismos

Gabrielle Amorth, quien fuera durante muchos años exorcista oficial del Vaticano, dejó bien clara su postura sobre quiénes pueden realizar exorcismos. Al contrario de la postura intransigente de la jerarquía eclesiástica, Amorth explica:
«Jesús da a los apóstoles el poder de expulsar a los demonios; luego extiende dicho poder a los setenta y dos discípulos y, por último, se lo confiere a todos los que crean en él. El libro de los Hechos deja testimonio de cómo los apóstoles siguieron expulsando a los demonios después de la venida del Espíritu Santo; y así continuaron los cristianos. Ya los más antiguos padres de la Iglesia, como Justino e Ireneo, nos exponen con claridad el pensamiento cristiano acerca del demonio y del poder de expulsarlo, seguidos por los demás padres, de los cuales cito en particular a Tertuliano y a Orígenes. Bastan estos cuatro autores para avergonzar a tantos teólogos modernos que prácticamente no creen en el demonio o no hablan para nada de él».


Nada nuevo bajo el sol

Recientemente atendimos, entre otros, un nuevo caso de una persona ‘obsesionada’ con la ley de la atracción, el secreto, los decretos metafísicos y zarandajas similares, hasta el punto de que se había ‘rayado’ y por ello tuvo que estar internada en un psiquiátrico. Afortunadamente y gracias a Dios, traa realizarse una sanación espiritual, ya está curada por completo.

Y es que, or mucho que quieran vendernos la pomada, no hay nada nuevo bajo el sol. Todo lo que se lee en esos libros o se ve en la película, toda esa parafernalia bien urdida y mejor tramada por unos listillos/as que desde el primer momento sólo han pretendido -y lamentablemente, logrado- lucrar económicamente, se encuentra resumido en estas palabras que Nuestro Señor Jesucristo pronunció hace dos mil años:

«Y yo os digo: Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá. Porque todo aquel que pide, recibe; y el que busca, halla; y al que llama, se le abrirá. ¿Qué padre de vosotros, si su hijo le pide pan, le dará una piedra? ¿O si pescado, en lugar de pescado, le dará una serpiente? ¿O si le pide un huevo, le dará un escorpión?» (Lucas, 11: 9-12).


La posesión perfecta

Hay una forma de posesión demoníaca poco conocida y de la que poco se habla, porque no es fácil de detectar. Pero de forma subrepticia, se está extendiendo en el mundo actual. Se conoce como integración.
Quienes desarrollan una posesión demoníaca perfecta no presentan signos aterradores, como los que se ven en las películas. Lo que muestran es una personalidad fría y sin alma, y se vinculan con los diferentes pecados que hoy están siendo aceptados o consentidos en determinados ámbitos sociales. E incluso los alientan y promueven.
De forma muy resumida, diremos que la posesión perfecta es un estado en el que la persona invita al demonio a poseerlo, a partir de su libre albedrío, de manera totalmente consciente. Y coopera conscientemente, con su mente y su voluntad, con el deseo malicioso del demonio.
En tales casos, si el demonio llega a tomar el control completo, lo que los exorcistas denominamos integración, no hay nada que se pueda hacer, porque la persona poseída está totalmente perdida.


El agua bendecida en la Epifanía tiene un poder especial contra todo mal espíritu

El Rituale Romanum proporciona una fuerte bendición del agua de la Epifanía (festividad que celebramos hoy), y que expulsa a todos los espíritus malignos.

Mientras que la fiesta de la Epifanía en el Rito Romano se centra principalmente en la visita de los Reyes Magos, históricamente se centró más en el bautismo de Jesucristo en el río Jordán. Por esta razón, se desarrolló una bendición especial del agua de la Epifanía en memoria de Jesús santificando las aguas del Bautismo.

Esta bendición del agua en la Epifanía fue mantenida por los católicos orientales, pero los católicos romanos también tienen una ceremonia opcional, que fue aprobada en 1890, que rinde homenaje a esta tradición. Esta bendición pone menos énfasis en la conmemoración del bautismo de Jesús y más en la naturaleza simbólica del agua como agente de limpieza espiritual.

De esta manera, la bendición del agua de la Epifanía en el Rito Romano se usa para expulsar a Satanás y a toda su cohorte de ángeles demoníacos, y es extensible contra todas las influencias negativas de los malos espíritus. Es una bendición poderosa, que usa un lenguaje fuerte para invocar el poder de Dios sobre el mal. Nos recuerda el poder espiritual del agua bendita y nos anima a usarla con fe, confiando en la ayuda protectora de Dios sobre nuestros enemigos espirituales.

Aquí les ofrecemos un extracto de dicha oración, que es bastante larga.

«En el nombre de nuestro Señor Jesús + Cristo y por su poder, te expulsamos, cada espíritu inmundo, cada poder diabólico, cada asalto del adversario infernal, cada legión, cada grupo diabólico y secta; vete y mantente alejado de la Iglesia de Dios, de todos los que están hechos a imagen de Dios y redimidos por la preciosa sangre del divino + Cordero. Nunca más te atrevas, astuta serpiente, a engañar a la raza humana, a perseguir a la Iglesia de Dios, ni a golpear a los elegidos de Dios y a tamizarlos como + trigo. Porque es el Dios Altísimo quien te ordena, + A quien hasta ahora en tu gran orgullo te considerabas igual; El que desea que todos los hombres sean salvos y lleguen al conocimiento de la verdad. Dios el Padre + te lo ordena. Dios el Hijo + te lo ordena. Dios el Espíritu Santo + te lo ordena. La majestad de Cristo, la eterna Palabra de Dios hecha carne + te manda». «Por lo tanto, maldito dragón y toda legión diabólica, te conjuramos por el Dios vivo +, por el Dios verdadero +, por el Dios santo +, por el Dios que tanto amó al mundo que Él dio a Su Hijo unigénito, el que cree en Él no perecerá, sino que tendrá vida eterna; deja de engañar a la raza humana y de darle de beber del veneno de la condenación eterna; desiste de dañar a la Iglesia y de trabar su libertad. Vete Satanás, tú, padre y maestro de mentiras y enemigo de la humanidad. Dale lugar a Cristo en quien no encontraste ninguna de tus obras; da lugar a la Iglesia una, santa, católica y apostólica, que Cristo mismo compró con Su sangre. Que seas abatido bajo la poderosa mano de Dios. Que tiembles y huyas mientras invocamos el santo y asombroso nombre de Jesús, ante quien tiembla el infierno…»


¿Por qué hay tantos curas que siguen negándose a hacer exorcismos?

Hay dos tipos de exorcismos: los solemnes y los extraoficiales. Los primeros, los tiene que aprobar la Iglesia. Los segundos, los puede realizar un seglar. Muy pocos sacerdotes han realizado exorcismos de verdad porque, o no aceptan la existencia del Maligno o, peor todavía, le tienen miedo y no se atreven a enfrentarlo.

Como seglar que soy (es decir, lego o laico), y a pesar de llevar 40 años sacando malos espíritus y entidades negativas de personas oprimidas o contagiadas, todavía me sorprende y preocupa que muchos curas católicos, quienes al ser ordenados reciben esta responsabilidad, la ignoren y se nieguen a hacer frente a los espíritus malignos.

El ritual eclesiástico es bien claro. En la ceremonia de ordenación, el obispo le presenta el libro de exorcismos al ordenando (quien va a recibir el orden sacerdotal), para que lo toque con la mano derecha, y le dice: «Recíbelo y confía a la memoria las fórmulas; recibe el poder de poner las manos sobre los energúmenos (así se denominaba antiguamente a los posesos) que ya han sido bautizados o sobre los que todavía son catecúmenos…», etc.

De ahí la pregunta que me he hecho tantas veces: ¿Por qué, entonces, hay tantos curas que, aunque reciban autorización del obispo del que dependen, se niegan a hacer exorcismos, no creen en el Maligno o directamente temen enfrentarse a él?


Las mujeres podrían ser más permeables a los influjos malignos

Las mujeres, según algunos exorcistas, son más permeables a distintos tipos de influjos malignos. Se producen muchos más casos de posesiones de mujeres que de hombres. La mujer, se cree, tiene más probabilidad de que el demonio esté sobre ella, ejerza influencia negativa, la tiente y la perturbe e incluso llegue a poseerla, por la enemistad bíblica que hay entre ella y Satán. Según Génesis 3:15, «Dios dijo a la serpiente: ‘Y pondré enemistad entre ti y la mujer, y entre tu simiente y la simiente suya; ésta te herirá en la cabeza, y tú la herirás en el calcañar’”.

Fuerzas espirituales poderosas luchan entre sí, desde el principio de los tiempos. Y aunque la potencia de Dios es infinitamente más poderosa que la del Diablo, Satán sigue siendo un imán muy poderoso para los hombres y las mujeres.


Mudos, locuaces y escondidos: tres tipos de espíritus posesores

En nuestra labor como exorcistas y sanadores espirituales, nos hemos encontrado con distintos tipos de espíritus obsesores y/o posesores en diversos grados. Algunos son mudos, los llamados en latín clausi, cuya presencia se caracteriza por no hablar a través del poseso, y se mantienen así, mudos y sin decir nada, durante todo el ritual de liberación.

Todo lo contrario sucede con las entidades o espíritus llamados aperti, los cuales se caracterizan por su locuacidad y por su facilidad a la hora de lanzar insultos, mentiras, palabrotas y burlas en contra del exorcista, así como manifestaciones en las cuales emiten desafíos y retos, asegurando que nadie les va a sacar ni expulsar. Este segundo tipo de espíritus o entidades obsesores son los que con mayor frecuencia nos hemos encontrado en los casos tratados.

Y en tercer lugar están los que denominamos abditi, o escondidos. Éstos se caracterizan por esconderse en el interior de la persona poseída y no se manifiestan de ningún modo, ni de palabra ni tampoco con ningún gesto, expresión o movimiento de ningún tipo. Son los más difíciles de sacar. Por fortuna, no hemos tenido que tratar ningún caso en el que el espíritu posesor fuera un abditi; pero sí tenemos constancia de su existencia, por los relatos y experiencias de otros exorcistas.


Existen entes de otras culturas a los que no se puede exorcizar

Hay espíritus malignos y entes demoníacos ancestrales, procedentes de culturas y religiones distintas de la nuestra, que no pueden ser exorcizados ni expulsados con oraciones judeo-cristianas. En los casos en que esas entidades son invocadas y se hacen presentes en nuestro mundo, para devolverlas al lugar de donde vienen son necesarios rituales muy distintos de los que conocemos. Tenemos mucho que aprender al respecto.


Las canalizaciones sin sentido abren portales peligrosos

Hay quienes andan repitiendo y siguiendo como lo que son, personas débiles de mente o fanáticas que ni siquiera se plantean pensar por sí mismas, ese colosal tinglado de los «códigos sagrados»… Incorporándolos incluso a los símbolos del Reiki, tras haber recibido el «permiso» de Usui desde su «retiro etérico», cómo afirman algunos… ¡Por favor!
¿Acaso no se dan cuenta de que con esas canalizaciones absurdas y sin sentido, lo que realmente están haciendo ustedes es abrir de manera indiscriminada portales hacia otras dimensiones?
¿No son conscientes acaso de que están atrayendo a este plano a toda clase de entidades oscuras, negativas y peligrosas?
¿No saben que corren riesgos muy serios de ser contaminados, contagiados o hasta poseídos por bajos astrales y entes malignos, como ya ha ocurrido en muchas ocasiones?


Un ritual de magia negra encargado por un familiar de la víctima

Así ardieron algunas velas durante el ritual de exorcismo que por espacio de más de tres horas de duración, realizamos recientemente. Las energías de todo tipo que se movieron y estuvieron presentes, fueron realmente impresionantes.
A Dios gracias, la persona finalmente quedó libre del mal espíritu que la poseía, a causa de un trabajo de magia negra realizado contra ella por celos y venganza; un trabajo que -aunque les cueste creerlo- fue encargado hacer en su contra por un familiar directo de esa persona, sangre de su sangre.


La Nueva Era está bajo el influjo del Maligno

Con todo lo visto, analizado y estudiado a lo largo de muchos años, tengo la certeza -y lo digo con toda responsabilidad, consciente de que estas líneas sacarán ronchas en más de uno- de que detrás de muchas de las falsas creencias, técnicas y seudoterapias de la Nueva Era, de todas esas falsedades metafísicas, aperturas de registros akasicos, aperturas del tercer ojo, mensajes de ángeles, maestros ascendidos, sanaciones cuánticas, biodescodificación, canalizaciones y un largo etcétera, todas las cuales incentivan y fomentan el ego espiritual hasta niveles superlativos, detrás de todo ello se encuentra el influjo del Maligno.

Prácticamente toda esta parafernalia está dirigida y controlada por el mismísimo Satanás y sus muchos secuaces, (los «espíritus malos de los aires», como bien los definió San Pablo); entes malévolos que aprovechan cualquier ocasión para parasitar, contagiar y/o poseer a tantos incautos que, con la pretensión de hinchar su ego espiritual, cierran los ojos ante esta realidad.


Sed libera nos a Malo

¿Por qué seguimos rezando de manera errónea el Padrenuestro? No es correcto decir «y líbranos del mal». Si tomamos la traducción al latín del texto sagrado en la Biblia Vulgata, el texto es claro: “sed libera nos a MALO”. En latín no hay duda de cuál es la traducción correcta: “Y líbranos del Maligno”. El Maligno es el diablo. No es un mal genérico, sino “personal”.


Una realidad que muchos se niegan a aceptar

Uno de los entes que, erróneamente, hemos convenido en llamar ‘demonios’, me dijo que ellos sólo cumplen con la misión que les ha sido encomendada. Me reiteró que hay otros seres más malos que ellos. Por ejemplo, los humanos. Y me insistió en que abramos los ojos ante una realidad en la que muchos no creen o sencillamente se niegan a aceptar: Muchísimo más crueles que los demonios o los humanos, existen otros seres, físicamente reales, perversos y malignos hasta extremos inconcebibles para las mentes racionales. Seres que desde hace miles de años están aquí en la Tierra, que antaño nos dominaron bajo la apariencia de dioses y que, entonces y ahora, nos exigen sacrificios y se alimentan de nosotros, en especial de nuestros hijos. Esos seres son miles de veces más malignos, sanguinarios y negativos que los ‘demonios’ asimilados por el judeo-cristianismo con los ángeles caídos y que no tienen ni cuernos, ni rabo ni pezuñas como se nos ha hecho creer.


Los demonios sólo cumplen su misión

En uno de esos ‘tests’ que tanto proliferan, concretamente uno en el que ‘responde’ si uno irá al cielo o al infierno, a mí me salió el segundo. Aprovecho para comentar que a ese lugar le tengo respeto, pero no miedo. Ya he escrito en otras ocasiones algunas de mis experiencias de mis viajes en astral Allá Abajo; de hecho estoy redactando un ensayo al respecto. Y quiero insistir una vez más en algo que me ha repetido varias veces un demonio que está obligado a decir la verdad: ellos sólo cumplen con su trabajo y con su misión, que es la de tentarnos e intentar que vayamos por el mal camino. Somos nosotros los humanos quienes, con nuestro libre albedrío, elegimos un camino u otro. Les puedo asegurar que algunos humanos son mucho más crueles y malignos que quienes llamamos demonios. Y no olviden que esos seres, aunque caídos, siguen siendo ángeles y por tanto, no han dejado de ser hijos de Dios, el Creador de todo lo que existe, y están sometidos a Sus designios.


Ángeles y demonios comparten una misma condición

No debemos olvidar en ningún momento que ángeles y demonios comparten una misma condición: son seres espirituales creados por Dios. Los pecados originales de los ángeles son los mismos que los que implícita o explícitamente hacen caer a los hombres. Ellos lo saben porque en su momento cayeron.
Los ángeles y los hombres que siguen a Satanás basan su existencia en tres principios y normas prácticas de vida:
a) Se puede hacer lo que desea sin sometimiento a las leyes de Dios.
b) No obedecer a nadie.
c) Cada persona es el dios de sí mismo.
Los demonios tienen ventajas sobre los hombres: son más inteligentes, tienen más experiencia, pueden pasar desapercibidos (de hecho no se ven si ellos no quieren), son millones y están coordinados entre ellos.
Por todo ello, en nuestros días el combate espiritual está más vivo que nunca y no hay que rendirse en ningún momento.


No jueguen con lo Oculto

Así como Dios atiende nuestras plegarias, siempre que éstas surjan del corazón y se hagan con fe, también el diablo atiende y responde cuando se le llama o invoca. El Malo no desperdicia ninguna ocasión para hacerse presente o para ejercer su negativa y nefasta influencia sobre nosotros.
Por ello es tan peligroso acercarse o jugar con lo Oculto sin tener el conocimiento, la experiencia y la prudencia necesarios para ello.


Sobre el mundo espiritual

No es tan extraño como en principio pudiera parecer que algunas personas sean dotadas de cualidades que les permitan percibir e incluso ver espíritus, fantasmas, ángeles o demonios.

Si, cuando decida que llegó tu hora, el Todopoderoso puede cerrar tus ojos para este mundo material, también cuando Él así lo quiera, y si considera que te has hecho merecedor de ello, puede abrírtelos en cualquier momento de tu existencia, para que alcances a ver y contemplar algunas de las muchas maravillas del mundo espiritual.


Cuando sientes desolación es cuando más te tienta el diablo

Cuando experimentamos desolación, es el momento que más le gusta al demonio para atacarnos con diversas tentaciones. Desolación, en general, es cuando te sientes débil espiritualmente. Con sentimientos de tristeza, depresión, desánimo, desesperanza, con un deseo de darte por vencido en la vida. Cuando piensas o dices: “A nadie parezco importarle», «No valgo mucho», etc., estás experimentando el estado de desolación. Y de ello se aprovecha el Maligno, siempre alerta para hacerte caer en la tentación de todas las formas y maneras posibles.


La real existencia del Mal

La existencia del Mal, como algo externo a nosotros, es cierta y real. Nadie puede negarlo.
Pero para algunas personas, ese «mal exterior» es algo reconfortante y puede incluso llegar a servir de justificante, para evadir una responsabilidad, o de eximente de algún delito («el diablo me hizo hacerlo»).
Por eso tendemos a obviar, o a olvidar, que la batalla entre el Bien y el Mal se libra también dentro del corazón humano.
Y es que, en muchos casos, para conocer qué es el Bien también es preciso haber conocido qué es el Mal.
Porque la luz sólo se percibe en toda su intensidad cuando se enciende desde la oscuridad.


Dios usa al diablo para ponernos a prueba

El diablo y el Mal están en el mundo porque Dios deja que se manifiesten. Estoy seguro de que una de las cosas que más rabia le da al Adversario (ya que eso significa la palabra Satanás) es que el Creador se valga de él para ponernos a prueba. A todos. Todos somos puestos a prueba. Incluso los exorcistas, que también nos enfermamos y a quienes el demonio no deja en paz y nos molesta de distintas e insidiosas formas. Dios nos pone a prueba a nosotros y nos hace experimentar también el sufrimiento, para que podamos compadecernos de nuestros semejantes.
Las autoridades eclesiásticas -tengo que decirlo muy claro- no experimentan tales cosas, porque ellos viven muy cómodos sentados detrás de sus escritorios. Cada vez hay más acciones del diablo en el mundo, y cada vez la Iglesia católica es más inofensiva ante esas fuerzas del mal.
La Iglesia actual, por temor a ser tachada por excesos como los cometidos antaño por la Inquisición (que realmente fue una vergüenza histórica), lo que no puede hacer es pasarse al lado contrario, al del racionalismo, hasta el punto de llegar a negar la existencia del diablo o no enseñar siquiera a sus soldados, los sacerdotes, el imprescindible latín o no dotarlos de las armas necesarias para este combate espiritual que hay que mantener a diario contra el Maligno. El diablo lo sabe, y se ríe en la propia cara de los sacerdotes que hoy día no creen en su existencia.


Valores trastocados

Es muy peligrosa la idea, tan popular entre los seguidores de la Nueva Era, de que el desarrollo espiritual no requiere de autodisciplina, ni de abnegación, ni pureza, ni santidad de vida; de que todo lo puedes conseguir por ti mismo y puedes lograrlo todo sin esfuerzo. Esta errónea creencia ha llevado a miles de personas alrededor del mundo a enfermarse mentalmente, a trastocar sus valores, incluso a ser parasitadas por malos espíritus, sin ni siquiera darse cuenta. Y es que son precisamente el egoísmo, el egocentrismo, la pereza mental, la impureza, la inmoralidad y la codicia por conseguir esos supuestos poderes y experiencias “sobrenaturales” que creen poder obtener con extrañas técnicas y absurdas prácticas, los factores negativos que mantienen a la gran mayoría de los aspirantes espirituales de hoy más lejos que nunca de la meta real.


La Nueva Era es uno de los mayores éxitos del Diablo

La Nueva Era, con toda su parafernalia de pseudo terapias, es uno de los mayores éxitos del diablo. El Gran Tentador y sus muchos secuaces (los «espíritus malos de los aires», como los definió san Pablo) han logrado que miles de personas caigan en su engaño.  Al sentir que son los «sacerdotes» de su peculiar religión hecha a medida, al creerse sus propios dioses y pensar que no necesitan nada más, muchos seguidores y promotores de las creencias y técnicas nuevaeristas, permiten y aceptan que toda clase de demonios y malos espíritus les parasiten, les contagien y posean sus mentes…y sus almas.
Estimado lector, lectora: no te dejes seducir, no caigas en esas trampas insidiosas del Maligno.


Lobos vestidos de ovejas

En el mundillo espiritual hay muchos magos negros, seres oscuros, personajes malintencionados y cargados de energías negativas que trabajan por y para el Malo, hablando de paz, amor y luz, diciendo cosas como ‘Namasté’ o ‘mi alma abraza a tu alma’, entre otras frases vacuas, mostrando una apariencia bien distinta de lo que en realidad son. Lamentablemente, y hablo por mi experiencia de más de 40 años como sanador espiritual y exorcista laico, en la actualidad este ámbito está muy infestado y parasitado por entidades nefastas que tratan por todos los medios de engañarnos, vampirizarnos, robarnos nuestra energía vital y opacar nuestra Luz Interior. Hasta el punto de que no pongo ni puedo poner la mano en el fuego por nadie. Cuidado con lo que creen, mucho cuidado en quién confían.


Muchas posesiones se originan por una maldición

La maldición es una de las maneras más comunes de que una persona sufra una posesión demoníaca. El contagio, la perturbación, la obsesión o la posesión misma, pueden producirse por ingestión de comida, bebida o drogas sobre las que se ha establecido una maldición; por mal de ojo, mediante prácticas como el vudú y la santería, o por encargo específico hecho a un brujo negro, el cual con diversos artificios, ocupará el espíritu de un fallecido para que dicha maldición se extienda sobre la persona, la familia o la casa. Estos conjuros pueden romper parejas, destruir amistades, causar muertes y enfermedades y asimismo abrir la puerta al Mal y así permitir la posesión diabólica o el contagio de un espíritu maligno.
En determinadas ocasiones, la participación, incluso involuntaria, en cualquier tipo de maldición puede causar la posesión diabólica o de un mal espíritu no sólo de la víctima, sino también de cualquiera de las personas implicadas. Por ejemplo, la persona que haya encargado dicha maldición, un colaborador, etcétera, sufrirá también las consecuencias, en diverso grado. El brujo o mago negro, no. Lógicamente, él se protegerá con uno o más ‘palos blancos’ para que cuando se produzca la liberación de la víctima, la devolución de los resultados de su trabajo recaiga en ellos y no se vuelva en su contra.


Existen entidades que por sus adicciones se quedan aferradas a este plano

En determinadas ocasiones, el espíritu de un individuo que ha partido puede permanecer ligado a este plano, en lugar de ascender a un plano superior. Esas entidades tienen alguna adherencia o apego al plano material que las mantienen aquí, como hemos visto reiteradas veces: adicciones al alcohol, al sexo, a las drogas, un materialismo desmedido, etcétera.

Veamos sólo un ejemplo: el espíritu de alguien que en vida tuvo una fuerte dependencia al alcohol, pasa mucho tiempo -tiempo terrestre, porque las entidades ya miden el paso del tiempo de una manera muy distinta-, rondando en torno a una botillería, bar o lugar de venta de bebidas alcohólicas, y si puede, se pegará a un ser humano vivo que tenga esa misma adicción, que esté débil espiritualmente y que tenga su mente y su raciocinio perturbados y alterados por la ingesta alcohólica.

Si ello sucede, esa persona pasa a tener una «segunda mente», un parásito interno, que ejerce control sobre su conducta y le drena y roba la energía vital.
Por ello es tan importante mantener un sano equilibrio de cuerpo, mente y espíritu y alejarnos de ciertos vicios, para evitar convertirnos en «socios energéticos» de esas entidades que alguna vez, en vida, tuvieron esos mismos vicios.


Las peticiones de los espíritus me causan una gran tristeza y congoja

Nunca he pretendido tener ningún don, ni tampoco lo he buscado. Pero en determinadas ocasiones, a cualquier hora de la noche, en mis sueños se presentan espíritus (a veces uno, a veces incluso varios a la vez) pidiendo oraciones, rogando que sus deudos recen por ellos, o clamando con mucha insistencia para que sus cuerpos sean encontrados y reciban cristiana sepultura, para que así puedan abandonar este plano y seguir su camino espiritual. Otras veces, piden justicia y que sus asesinos sean castigados. Por las distintas ocasiones en que me han llegado y me siguen llegando esas súplicas, ya debería estar acostumbrado. Pero no puedo; me es imposible acostumbrarme a los llantos y gemidos de dolor de esas pobres almas en pena.


Los demonios se valen de su gran experiencia

Durante el periodo que cruza el siglo XI y XII, el filósofo y monje francés Pierre Abélard señalaba que los demonios eran capaces de tentar a los hombres a cometer pecado a causa de que tenían conocimiento y experiencia en torno a las «fuerzas naturales», de tal manera que sabían «por qué lado puede la naturaleza humana deslizarse hacia la sensualidad y demás pasiones».

En efecto, nos dice Abélard, los demonios se valen de su conocimiento de artes desconocidas por los hombres mediante las cuales manipulan y ordenan la naturaleza en general, así como las almas de los hombres en específico, agitando y fijando estas últimas «sea en el gusto por la comida, sea en los placeres de la cama. O bien las centran de una u otra manera en algún objeto interior o exterior a nosotros».

(Fragmento de una de las lecciones del Curso Teórico de Formación de Exorcistas Laicos).


«Señor, hazme casto pero todavía no»

Estaba releyendo las Confesiones de San Agustín y al hacerlo, volvió a mi mente una frase de ese gran Doctor de la Iglesia que, en mis años de estudios religiosos, me gustó tanto que la repetía con cierta frecuencia, muchas veces en voz alta, tanto a la salida de la misa cotidiana como, especialmente, cuando nos daban permiso para salir del seminario «a pasear» por las calles de la ciudad; eso sí, siempre en pequeños grupos y vestidos obligatoriamente con sotana y otra prenda que nos identificaba como seminaristas, llamada beca. Esa frase muy probablemente fue, de tanto oírme decirla, otra de las causas por las que los viejos curas me invitaron a renunciar. Y dice así: «Señor, hazme casto, pero todavía no».


Sobre «canalizaciones»

Si hay quienes aseguran canalizar y recibir mensajes de Jesús, la Virgen, extraterrestres, ángeles, seres de luz, avatares, maestros elevados, etcétera… yo me pregunto: ¿por qué no se puede igualmente canalizar mensajes y revelaciones de demonios o entidades de las que habitan Allá Abajo? ¿Dónde se dice que todos los mensajes o canalizaciones tienen que proceder «de arriba»?


Traumas y abusos en la infancia pueden ocasionar contagios espirituales

En un elevado número de casos que hemos atendido, en los cuales los pacientes, en su mayoría personas relativamente jóvenes (entre los 18 y los 40 años) padecen alguna patología o desorden mental (esquizofrenia, bipolaridad, depresión, crisis de angustia o ansiedad etc.) ya diagnosticada por especialistas, nos preocupa mucho el hecho de que en la consulta, ya sea durante una sanación espiritual, una terapia de liberación o en una sesión de regresión hipnótica, hemos constatado y descubierto una terrible y preocupante realidad:

Una buena parte de esas personas afectadas mental, emocional y psicológicamente, en su niñez, infancia o adolescencia fueron abusadas y/o violadas, a veces reiteradamente y a lo largo de años, por alguno de sus padres, abuelos, tíos u otros parientes cercanos. Esas violaciones y abusos crean serios traumas en la mente y en la estabilidad emocional de la persona.

Y con el tiempo, aparte de afectarla en todos los ámbitos de su vida, facilitan el ingreso en ella de entidades negativas, vampiros energéticos que la dañan todavía más. Incluso, en algunos casos graves, nos hemos encontrado con auténticas posesiones de malos espíritus, que habían entrado en la persona a causa de esa debilidad espiritual y emocional, originada precisamente por esos abusos o violaciones en su infancia.