De Santantoni: “Demonios y espíritus malignos me temen”

Josep de Santantoni, sanador espiritual y exorcista: «No sólo son demonios los que poseen a las personas; muchas veces se trata de malos espíritus»

por  C. Salazar

“Detrás de muchos casos de depresión, de ciertas enfermedades mentales o de ciertos estados anímicos, lo que en realidad existe es una posesión o perturbación ocasionada por un espíritu negativo, por un bajo astral, un desencarnado o incluso un demonio. Me he encontrado con muchos ejemplos de estas situaciones, que afectan negativamente a personas de toda edad, clase y condición social”.

Quien hace tan tajante manifestación es Josep de Santantoni. Avalado por una experiencia de más de 30 años en Europa, este parapsicólogo, sanador espiritual y exorcista, que reside en Chile desde hace varios años, asegura conocer bien el extraño mundo de los espíritus, “que se halla en un plano inmediato al nuestro, mucho más cerca del mundo terrenal de lo que podamos creer”.

P. – Don Josep,  ¿por qué, según usted, hay espíritus que poseen a las personas?
R. – Cuando una persona muere, su alma debe ascender hacia la Luz. Pero sucede que unos se marchan en paz y otros no. Hay espíritus que se quedan para seguir disfrutando de los placeres terrenales, o por estar llenos de maldad, odio, resentimiento, o por no ser conscientes de que han desencarnado, de que se han muerto. En todos estos casos, dichos espíritus necesitan poseer a alguien vivo para seguir existiendo en nuestro mundo. Y es entonces cuando causan y originan casos de depresión, enfermedades o pensamientos y situaciones negativas en muchas personas.

“No siempre son demonios los que poseen a los vivos”

Este sanador, master en Parapsicología por la Universidad de Edimburgo (Escocia), diplomado en Hipnoterapia y con amplios estudios de Teología, insiste en este punto: “No hay que olvidar  que los bajos astrales, los espíritus negros, los mismos demonios muchas veces, son los reyes de la mentira y del engaño, y hacen pasar por enfermedad mental o por estados anímicos negativos lo que en realidad es una obsesión o una posesión. Por ello es muy importante saber discernir en cada caso, saberlos descubrir, para así poder sacarlos, echarlos fuera incluso con un exorcismo, si fuera preciso”.

P. – ¿Usted realiza exorcismos?
R. –  Siempre que es necesario, sí. Con la gracia y la ayuda de Dios, expulso a los malos espíritus y a los demonios. Ambos tipos de entidades me temen, porque cuando una persona afectada o perturbada por ellos me pide ayuda, saben que sus días de poseerla y hacerle daño están contados.

P. – Mucha gente tiene recelos, dudas o no entiende bien esta palabra. ¿Qué es un exorcismo?
R. – La palabra ‘exorcismo’ viene del griego ‘exorkismós’ y, en términos generales, podemos definirla como un “conjuro religioso contra el espíritu maligno”. Ampliando más, es una ceremonia en la que se intenta limpiar de energías negativas y malas influencias un lugar, a una persona o a un objeto. Generalmente se denomina demonios a las entidades negativas que intentan un control directo sobre lo poseído. Pero no siempre son demonios; en muchas ocasiones, como ya he señalado antes, puede tratarse de entidades desencarnadas que intentan ese control o ese dominio.

“Las casas deben ser exorcizadas”

P. – Ha dicho usted “un lugar”. ¿También se pueden exorcizar casas?
R. – No es sólo que se pueda. Es que se siempre que se pueda, se debe. Las casas, las viviendas, los negocios, deben ser bendecidos siempre y, de ser necesario, exorcizados también. Con el exorcismo o limpieza espiritual de una casa o vivienda, se la libera de las influencias negativas. Muchas veces hay espíritus que infestan un lugar tratando de molestar a sus habitantes por un mandato o trabajo de magia negra; es decir, que otras personas los han enviado con el fin de hacer daño a través de súplicas, órdenes o seduciéndolos para que alteren y perturben a quienes allí viven.

P. – ¿Cómo se sabe cuando una casa o vivienda está infestada?
R. – Cuando las cosas comienzan a andar mal, en el ambiente del lugar o en las personas que en él habitan. Algo parece fuera de lo normal y empiezan a verse y sentirse determinados efectos negativos sin sentido. Plantas que se secan, animales que cambian bruscamente su carácter, malos olores de origen desconocido, son algunos de los síntomas de que algo no está bien y puede ser causado por agentes espirituales extraños. Se rompen o averían aparatos eléctricos, los objetos cambian misteriosamente de lugar, los artículos de joyería se extravían, sobre todo aquellos objetos que la persona usa regularmente o que les tiene cierta estima, etcétera. Todos estos problemas se terminan y desaparecen después de que la casa queda bendecida, exorcizada y además, sellada.

“La Iglesia Católica no tiene el monopolio del exorcismo”

P. – Teníamos entendido que sólo existían los exorcismos en el seno de la Iglesia Católica, y que sólo un sacerdote autorizado o designado por un obispo podía realizarlos.
R. – A la Iglesia Católica le gustaría tener el monopolio de muchos rituales, entre ellos el del exorcismo. La Iglesia Católica y otras iglesias cristianas sólo intervienen en los exorcismos cuando, a su entender, se ha probado que existe realmente una posesión diabólica. Sólo en esos casos intervienen. Pero muchas veces tienen lugar casos en los que prima la urgencia, casos incluso de vida o muerte en los que no se puede esperar a tener pruebas. La Iglesia sólo cree en la posesión diabólica, no cree que haya posesiones realizadas por espíritus. Yo soy cristiano, pero también soy muy crítico con la Iglesia en casos como éste.

P. – Entonces hay otros tipos de exorcismos, además del católico.
R. – Por supuesto que sí. Lo que mucha gente no sabe es que en otras religiones se realizan también exorcismos. Los judíos creen en los ‘dybuks’, seres endemoniados, almas de personas muertas que poseen a vivos y se adueñan de su personalidad. Para expulsarlos, en el Judaísmo se practica un ritual de exorcismo. En el Budismo y el Sintoísmo, los espíritus malignos son la causa de todos los males. En el Hinduismo se considera que los malos espíritus no sólo pueden perjudicar la vida humana sino que también pueden interponerse en el camino divino; para combatir a esos espíritus se realizan oraciones y ofrendas. Los islámicos, a su vez, creen que los demonios, desde Shaitan (Satán) hasta los ‘djinns’ (genios maléficos), causan dolor, sufrimiento y malos pensamientos, y se les expulsa también con un ritual de exorcismo, en este caso con la lectura del Corán.

“El Espejo de Azrael atrapa a los malos espíritus”

P. – Háblenos del espejo de Azrael, que usted utiliza en su consultorio.
R. – Aunque hay detalles que no se pueden hacer públicos, básicamente es un espejo ritualizado y consagrado mediante la Alta Magia Blanca, y que usamos en la sanación y liberación espiritual.

P. – ¿Y cuál es su función?
R. – Este espejo mágico tiene la virtud de atrapar a los demonios y a toda clase de malos espíritus, bajos astrales, desencarnados y parásitos que chupan la energía vital de las personas. De manera especial es muy efectivo en nuestros rituales de exorcismo, puesto que los demonios y entidades negativas se ven forzados a manifestarse, cuando la persona está ante ese espejo; no se pueden ocultar y el ritual secreto que les practicamos, parte de un auténtico exorcismo, los obliga a marcharse y a dejar en paz al poseído o afectado. Hay que aclarar que sólo lo utilizamos cuando realmente vemos que es necesario para ayudar a la liberación de la persona afectada. Por lo general, este espejo consagrado permanece totalmente cubierto y oculto a ojos neófitos y curiosos.

P. – Pero no usa únicamente el espejo.
R. – Por supuesto que no. Recurrimos a él solamente en los casos en los que lo consideramos estrictamente necesario. En la mayoría de las ocasiones, las personas quedan liberadas de influencias malignas, perturbaciones y posesiones con la imposición de manos, oraciones y agua bendita. Ni demonios ni malos espíritus soportan durante mucho tiempo el ritual de liberación que nosotros realizamos. En esencia, es el mismo ritual que hace dos mil años nos enseñó Nuestro Señor Jesucristo.

«Un exorcista ha de tener fe y ser honrado»

P.- ¿Puede exorcizar alguien que no cree en Dios?
R.- De ninguna manera. El exorcista ha de ser una persona preparada, honesta y honrada y, por encima de todo, creyente en Dios; ya sea el Dios de los cristianos, los judíos o los islámicos, que para mí es siempre el mismo aunque se le denomine de distintas maneras. No tiene necesariamente que ser un sacerdote, aunque la Iglesia Católica se aferre a que sí es necesario serlo. Sí debe ser alguien con cultura, preparación, integridad y mucha fe.

P.- ¿Y qué me puede decir de los ‘exorcismos’ que realiza o dice realizar un conocido parapsicólogo que sale mucho en la TV chilena?
R.- Sólo conozco a ese señor de oídas. No me merece ninguna credibilidad, ni lo que dice ni lo que hace. Por lo que sé de su trabajo, es una rara mezcla de Metafísica y de sugestión hipnótica; bien elaborada, que ante personas ignorantes queda muy bien, pero que no tiene ninguna efectividad real. No creo que haga exorcismos reales, ni tampoco que sea parapsicólogo titulado. Aclaro: lo que sé de cómo trabaja este señor me lo han ido contando muchas personas a las que hemos liberado y limpiado de espíritus y demonios que dicha persona les había dejado encima, sin sacárselos ni serles de ninguna ayuda, pese a haberles cobrado mucho dinero.

P.- ¿Está diciendo que esa persona es un chanta?
R.- No digo eso. No tengo ninguna prueba de ello. Sólo digo que, para mí, por la experiencia y testimonios que he ido acumulando en los años que llevo trabajando en Chile, sus ‘trabajos’ no tienen ninguna credibilidad ni efectividad. Hemos tenido que arreglar y solucionar muchos casos de personas afectadas que inicialmente acudieron a ese señor y que no sólo no se curaron, sino que incluso quedaron peor, hasta que nos pidieron ayuda a nosotros.