El ex nuncio vaticano Josef Wesolowski se aprovechaba de su autoridad espiritual para abusar de niños en República Dominicana. El ex nuncio fue acusado de pederastia y sometido a arresto domiciliario por voluntad del papa Francisco, que quiere que este caso «tan grave y delicado» sea afrontado sin demora.
El vocero vaticano, Federico Lombardi, confirmó la detención a través de un comunicado, en el que subraya que la medida se produce después de notificar al acusado la lista de delitos que se le imputan en el proceso penal por sus presuntos «graves hechos de abuso a menores en la República Dominicana».
Wesolowski, de 66 años, está acusado de abusar de menores de edad durante su estancia en la República Dominicana, donde fue nuncio apostólico.
Por esta razón fue destituido de su cargo a finales de agosto de 2013 y el pasado junio expulsado del sacerdocio, tras un proceso canónico instruido por la Congregación de la Doctrina de la Fe, el ex Santo Oficio.
Esta congregación es el organismo vaticano que «juzga los delitos contra la fe y los delitos más graves cometidos contra la moral o en la celebración de los sacramentos y, en caso necesario, procede a declarar o imponer sanciones canónicas», según explica la propia Santa Sede.
Lombardi informó que este martes el promotor de Justicia del Tribunal de primera instancia del Estado de la Ciudad del Vaticano ha convocado al ex nuncio polaco, sobre quien había emprendido una investigación penal.
Al prelado le han sido notificados los delitos que se le imputan en el proceso penal por graves abusos a menores en la República Dominicana. La gravedad de los cargos ha hecho que dicho órgano decidiera someterlo al arresto domiciliario en un local en el interior del Estado vaticano, una vez comprobada su documentación médica.
En la nota, el vocero subrayó que la iniciativa emprendida por los órganos judiciales vaticanos corresponde a la voluntad del propio pontífice argentino, quien quiere que este «grave y delicado» caso sea abordado sin demora, con el «justo y necesario rigor» y con «plena responsabilidad de las instituciones de la Santa Sede».
El escándalo fue descubierto por un reportaje del programa de investigación de la periodista Nuria Piera, transmitido por los canales de televisión 9 y 37 de la República Dominicana, en el que se aseguraba que Wesolowski supuestamente pagaba por mantener relaciones sexuales con menores en el país.
Tras el programa, el cardenal dominicano Nicolás de Jesús López Rodríguez informó que había comunicado directamente al papa Francisco las denuncias sobre Wesolowski y calificó el asunto de «sumamente grave».
En los últimos tiempos, la Santa Sede ha sido objeto de críticas por la libertad de la que gozaba Wesolowski, que regresó a Roma a pesar de las acusaciones que pesaban sobre él. Tanto la Justicia polaca como la de la República Dominicana han presentado cargos contra el ex nuncio por los casos de pederastia.
El Papa mantuvo, el pasado 7 de julio, un encuentro histórico con seis víctimas de abusos sexuales cometidos por miembros del clero y les pidió «perdón» por estos «pecados de omisión», que calificó de «crímenes graves». Además, el pasado 11 de abril, Jorge Bergoglio se disculpó por estos escándalos que han enturbiado la imagen de la Iglesia católica ante la Oficina Internacional Católica de la Infancia (BICE).
El dos por ciento de los curas son pedófilos, según el Papa
Luego de reunirse y pedir perdón a seis víctimas de abuso por parte de miembros del clérigo, el Sumo Pontífice estimó en una entrevista que «el 2%» de los curas cometen este delito, algo que consideró «gravísimo» y prometió «usar el bastón» contra quienes cometan esos hechos.
En una nota que brindó al diario italiano La Reppublica, Francisco aseguró que sus colaboradores estimaron que el porcentaje de pedófilos dentro de la iglesia debe ser del 2%. Y agregó: «Lo considero gravísimo porque son sacerdotes e incluso obispos y cardenales; y otros, todavía más numerosos, saben pero callan».
Sobre este tema, prometió «usar el bastón, como Jesús» contra los victimarios de estos hechos, a la vez que calificó a la pedofilia como «la lepra dentro de la iglesia».