Una juez boliviana envió este martes a prisión a dos personas de un grupo religioso acusadas de haber ahogado a su hermana en un supuesto rito de exorcismo al creer que estaba poseída por un demonio, informó la Policía.
La jueza Patricia Torrico de Cochabamba recluyó a una mujer de 26 años y a un pastor evangélico, de 52, luego de que confesaran lo ocurrido el domingo en un rito de bautizo con inmersión en un barril, informó el portavoz de la policía de Cochabamba, mayor Juan Carlos Corrales.
El pastor evangélico Carlos Uriona y su hermana por parte de madre Adelaida Marca fueron detenidos por la policía boliviana después de dar muerte a otra hermana de ambos, a quien sumergieron en una bañera hasta ahogarla en una ceremonia de «purificación» para arrancarle al demonio.
«Los sospechosos confesaron que su hermana de 18 años estaba poseída por el demonio y querían purificarla y bautizarla en una bañera, pero se les pasó la mano. La menor falleció por ahogamiento», dijo a The Associated Press el portavoz de la policía anticrimen de Cochabamba, capitán Juan Carlos Corrales.
El hecho ocurrió el domingo en una barriada pobre de esa ciudad ubicada en el centro del país. Adelaida Marca confesó a la policía que cuando sumergió a su hermana Olga sintió la fuerza del demonio. «Entró en mí un espíritu malo, dominó mi mano y empezó a sumergir a mi hermanita. Dentro (de la bañera) estaba el mismo Satanás», relató a los oficiales que la interrogaron.
Uriona dijo que su hermana sujetaba por el cuello a la menor al tiempo que gritaba «¡Sal de ahí inmundo! ¡Yo soy Jehová de los ejércitos!»
Corrales explicó que el juez también podría solicitar una valoración psíquica de los sospechosos.
El cuerpo de la menor fue hallado por la policía el lunes en una bodega propiedad del pastor.
El pastor evangélico Carlos Uriona dijo que confiaba en las supuestas «acciones purificadoras» de Marca Ríos, pero que una de las inmersiones duró como cinco minutos, lo cual tuvo como consecuencia la muerte de la joven.
El padre de las dos hermanas, Andrés Marca, que tiene otros ocho hijos, declaró a los medios que no sabía como juzgar lo sucedido.
«Mi familia no puede juzgar lo que pasó, sólo Dios sabe lo que hace. Todo esto me duele, no sé qué voy hacer. Solo confío en Dios», dijo el padre, según el diario Opinión.
Fuentes: Efe/The Associated Press
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