Las últimas dos suras del Sagrado Corán son conocidas como ‘los dos amparos’, y son conjuros para alejar todo mal, manteniendo al creyente siempre protegido.
Sura 113
Al-Falaq (El Alba)
(Mecana, de 5 aleyas)
¡En el nombre de Dios, el Compasivo,
el Misericordioso!
1. Di: «Me refugio en el Señor del alba
2. del mal que hacen sus criaturas,
3. del mal de la oscuridad cuando se extiende,
4. del mal de las que soplan en los nudos,
5. del mal envidioso cuando envidia».
Sura 114
An-Nas (Los Hombres)
(Mecana, de 6 aleyas)
¡En el nombre de Dios, el Compasivo,
el Misericordioso!
1. Di: «Me refugio en el Señor de los hombres,
2. el Rey de los hombres,
3. el Dios de los hombres,
4. del mal de la insinuación, del que se escabulle,
5. que insinúa en el ánimo de los hombres,
6. sea genio, sea hombre».