Mal de ojo y robo de energía a través de las redes sociales

Quiero llamar la atención a ustedes sobre algo que considero muy importante. Visto y analizado desde el punto de vista esotérico y ocultista, un perfil personal en cualquiera de las redes sociales existentes Facebook, Twitter, Instagram, etc.), funciona como un portal, una vía de acceso para las transferencias energéticas, tanto si son positivas (sanación, buenas vibras, buenos deseos, felicitaciones, bendiciones…) como si son negativas (hechizos, rituales de magia negra, maldiciones, malas vibras, perversos deseos, etc.).

Basta con una fotografía auténtica de la persona y sus datos personales. Por eso se copian o roban perfiles y fotos con tanta frecuencia, muy pocas veces con buenas intenciones.

Como ya hemos publicado en otras ocasiones, el mal de ojo es una emisión de energía negativa dirigida voluntaria o involuntariamente hacia otra persona.

Desgraciadamente, con las redes sociales hacer mal de ojo a otra persona, por celos, envidia u otras muchas razones, se ha convertido en algo muy fácil y tentador para aquellas personas de mala voluntad que, además, pueden escudarse fácilmente detrás de un perfil falso.

¿Auto nuevo? ¿Cumpleaños, fiestas familiares, nuevo trabajo, una boda, un viaje, unas vacaciones? Nuestra primera y más instintiva reacción es la de subir a las redes fotos de nuestras alegrías, de nuestros pequeños pero para nosotros muy importantes triunfos, personales o familiares, en la vida diaria.

Pero muchas veces, después sucede que nos preguntamos:¿Por qué las cosas me van tan mal? Una vida lo más privada posible es una vida segura. Pero es difícil matar el ego y el deseo de mostrarles a los demás lo felices que somos o lo bien que nos va, y nos cuesta no compartir la mitad de nuestras vidas con la mitad del mundo.

Muchas veces, las personas creen que están afectadas por brujería; pero en realidad están sufriendo en su salud, economía y familia debido al mal de ojo enviado por terceros, sean cercanos o desconocidos, que saben de nosotros por las redes sociales.

Al publicar cada detalle de tu vida en las redes sociales, posteando todo, desde tu ropa nueva, carros, hasta las fotos de tus hijos, estás cometiendo una seria imprudencia. Es un riesgo muy grande, ya que no todos quienes ven tu vida invocarán bendiciones sobre ti. Mas bien será todo lo contrario: al presumir de tus logros, sin duda causarás envidia en otras personas y sufrirás las consecuencias. De ahí a padecer mal de ojo (o peor todavía, una maldición), no hay más que un paso.

Hay quienes se justifican, diciendo: bueno, yo tengo mis redes sociales privadas, sólo para amigos y familiares. El problema radica en que a veces, incluso familiares o amigos pueden sentir envidia de nosotros o de nuestras vidas, por mucho que nos aprecien y nos quieran, o aparenten hacerlo.

Tengan siempre, pues, mucho cuidado con las fotos que suben y las cosas que publican. Y por último, si realmente desean o necesitan subir la foto de algo importante, alteren la imagen, denle la vuelta, añadan imperfecciones o cambien pequeños detalles. Con eso basta para que si alguna persona malintencionada «roba» la foto para trabajarla negativamente y hacerles daño, no pueda conseguir su objetivo.