Les recomiendo encarecidamente la lectura del artículo sobre la gran estafa de los registros akashicos (escrito en algunos sitios con hache y en otros sin ella), y el enlace al final del mismo a otro artículo que publiqué hace ya un par de años, sobre la misma temática, explicando el inicio y los orígenes teosóficos y metafísicos de estos inexistentes «registros». Para que tengan información clara y no caigan en el engaño.
Aparte de esos artículos informativos, quedan otras preguntas y comentarios sobre el tapete. Por ejemplo, el porqué están hoy tan popularizados en el mundillo de las terapias alternativas. A poco que uno piense y haga uso de su sentido común, sin creer ciegamente en lo que otros nos quieren hacer creer, este tema ya debería ponernos en alerta y hacernos dudar de todo este rollo de los registros akashicos (de la palabra ‘akasha’, que en sánscrito significa cielo, espacio, éter), que hoy se promueven como una alternativa para «elevar la consciencia» y el «despertar», esos registros invisibles que solamente son “vistos” por esos seudoterapeutas.
¿No se supone que, como se nos dice, ya estamos lo suficientemente despiertos como para poder ‘consultarlos’ por nosotros mismos? Entonces, ¿por qué hemos de recurrir a estos autodenominados terapeutas, a estos «expertos» que no tienen estudios serios de ninguna clase?
La cruda realidad es ésta: aun en el supuesto de que existieran realmente, no podemos «descargar» el informe de nuestros «registros personales» sin haber pasado antes por una especie de iniciación, por un proceso que abarca: 1) relajación y sugestión. 2) recepción de información de manera canalizada. 3) limpieza akashica. 4) etc. etc. (explicar aquí todo el proceso sería muy largo).
Lo que realmente nos importa es esa «apertura» que se nos exige, para «recibir la información canalizada». Aquí está el mayor de los peligros: esa apertura no es otra cosa que UNA AUTORIZACIÓN Y UN CONSENTIMIENTO PARA SER INVADIDOS, PARASITADOS, POR ENTIDADES ESPIRITUALES DESCONOCIDAS, previamente invocadas como parte del proceso, y que son las que nos mostrarán esos «secretos» de nuestro pasado y de toda la humanidad.
Todo este proceso te lo tienes que creer, porque tú no ves nada de nada. Toda la información le llega al canalizador , nunca a ti directamente.Y esa información le es transmitida a esta persona autodenominada «terapeuta» a través de los famosos “seres de luz”, que te dirán lo que sea, cualquier mentira para hacerte creer aún más este cuento new age y para que así termines tan o peor contaminado y parasitado, como ya les ha sucedido a algunos de esos «expertos» que han pasado por nuestro consultorio, para que les liberáramos de distintas entidades parasitarias que se habían pegado a ellos como lapas.