Un polémico libro con el título ‘Como una virgen: cómo redefine la ciencia las reglas del sexo’, salió a la venta en el Reino Unido. Su autora, Aarathi Prasad, se autodefine como científica, escritora y presentadora y escribe sobre un posible futuro para el planeta en el que el embarazo deje de ser imprescindible para la reproducción, una vez que el sexo ya dejó de serlo hace tiempo.
Úteros artificiales y la posibilidad de tener hijos durante toda la vida gracias a una tecnología capaz de convertir los óvulos en espermatozoides, son el futuro de la ciencia reproductiva, según asegura la escritora. Considera que gracias a los logros de la medicina contemporánea, dentro de muy poco tiempo la civilización va a pasar a la gestación de fetos únicamente en úteros artificiales.
Prasad cita como ejemplo los experimentos en los que se hicieron intentos para cultivar de este modo fetos de animales, así como placentas humanas. En su opinión, esta alternativa será un paso totalmente lógico en la evolución humana ya que ahora el embarazo y el parto siguen presentando un peligro mortal al tiempo que los problemas de esterilidad crecen.
Asimismo, la escritora tiene su propia visión de la familia del futuro. La familia tradicional de padre, madre e hijos será poco común, mientras que la familia con solo un progenitor será la más frecuente. «Este será un factor muy importante de igualdad biológica y social, una forma verdaderamente nueva de pensar sobre el sexo. La pregunta no es si ocurrirá o no, sino cuándo va a pasar», asegura Prasad.
Castración, ¿la clave de la longevidad masculina?
Por otra parte, investigadores de Corea del Sur han demostrado que los eunucos de hace varios siglos vivían significativamente más que los hombres no castrados de la misma época. El estudio sugiere que las hormonas sexuales masculinas son las responsables de acortar la vida de los hombres.
La evidencia viene después de una cuidadosa investigación de los registros genealógicos del siglo XVI hasta mediados del siglo XIX de los miembros nobles de la corte imperial de la dinastía Joseon de Corea. Estos mantenían un registro cuidadoso de genealogía para demostrar su origen noble. Los científicos estudiaron detenidamente los registros y al compararlos con otros hombres de la misma época descubrieron que los que habían sido castrados vivían entre 14 y 19 años más. Entre los 81 eunucos que estudiaron, tres vivieron hasta la edad de 100 años. Los reyes y el resto de varones de la familia real -no castrados- tenían la menor esperanza de vida entre los miembros de la corte: por lo general no llegaban a los cincuenta años de edad.
Los eunucos coreanos eran hombres que habían perdido sus órganos reproductivos en accidentes o se habían sometido a castración para tener acceso temprano a palacio. Debido a que no podían reproducirse se les permitía tener familia mediante la adopción de niños castrados o niñas. El equipo de la investigación, cuyos resultados fueron publicados en la revista ‘Current Biology’, recordó que las mujeres viven un promedio de cinco años más que los hombres debido a que soportan mejor el estrés y por llevar un modo de vida más saludable. También creen que los hallazgos podrían ofrecer algunas pistas sobre la duración de la vida.
Fuente: Rusia Today