Vivamos en el corazón y no en la cabeza

Desde pequeños nacemos con la necesidad de recibir y dar amor. Expresamos nuestro malestar cuando esto no es así. Lloramos y nos hacemos oír hasta que finalmente obtenemos lo que deseamos.

Como buen ser humano que somos, aprendemos a lo largo de nuestro crecimiento ciertas técnicas para ocultar la verdad de nuestros sentimientos, terminando por suprimir lo que realmente somos. Finalmente es posible que lleguemos a creer incluso estas mentiraa, perdiéndonos en un mundo de mentira y engaño, en el cual es imposible encontrar la verdad real sobre nuestros sentimientos.

La capacidad para sentir amor es directamente proporcional a la de decir toda la verdad.  Muchas veces usamos: “ Si no me dices la verdad, yo tampoco te la diré “ . Las relaciones basadas en esta premisa pueden funcionar, incluso ser fáciles y cómodas, pero realmente no sirven para incrementar nuestro amor, nuestra felicidad.

Como solución para expresar toda nuestra verdad, debemos empezar a conocernos realmente como somos, y no como hemos querido aparentar. Normalmente mostramos una parte muy pequeña de nuestros sentimientos dejando el resto oculto incluso para nosotros. Debemos desvelar el misterio de nuestros sensaciones y sentimientos.

La represión de nuestros sentimientos es en realidad un mecanismo de seguridad, de defensa, desarrollado con el crecimiento. Incapaces de abordar y expresar nuestros verdaderos sentimientos, acabamos por aprender a ocultarlos y confiar en que acaben por desaparecer.

A través de años de  este rechazo y supresión de nuestros sentimientos, terminamos por adquirir la insana costumbre de reprimir instintivamente cualquier emoción peligrosa, incómoda o confusa.

Aprendemos a expresar sólo aquellas emociones que no perturben ni amenacen nuestra existencia o la de los demás, asegurándonos así una falsa sensación de seguridad y aceptación. Nos convertimos en extraños para nuestros sentimientos.

Empezamos a deducir en nuestra cabeza lo que sentimos, en vez de experimentarlo simple y espontáneamente con el corazón.

Necesitamos creer en nosotros mismos, indagar en nuestras sensaciones, reconocer nuestros sentimientos y demostrarlos.  Sólo así podremos conocernos a nosotros mismos, amarnos y crear amor. El amor es una vía necesaria hacia la felicidad y la verdad a su vez es necesaria para que el amor verdadero exista en nuestro corazón.

El proceso de represión probablemente sea inconsciente, motivado por el entorno. El despertar es un proceso totalmente consciente, requiere de un gran esfuerzo; pero sin duda alguna ha de movernos el afán de superación y búsqueda de la felicidad a través de la verdad.

Un comentario sobre “Vivamos en el corazón y no en la cabeza

  1. hola soy carla, quisiera saber si estoy con daño que puedo hacer para combatirlo, ps me parece que hay gente mala q por envidia desea el mal a otras, a pesar de q rezo y pido por el bienestar de todos

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