San Antonio Abad, con la tau azul en sus ropajes. Obra del Bosco.
Hábitos negros y cruces azules fueron, durante siglos, los distintivos de una de las órdenes religiosas más enigmáticas y desconocidas de la Cristiandad. Nacida en tierras egipcias con la finalidad de curar una extraña epidemia que asolaba la Europa medieval, esta misteriosa congregación, los Antonianos, debe su nombre al eremita san Antonio Abad, famoso por sus visiones y tentaciones diabólicas.
Antes de continuar con la historia de esta orden, cuyos integrantes fueron primero laicos y después monjes, es muy importante señalar aquí que no se debe confundir a quienes se hacen denominar actualmente «antonianos», es decir, seguidores de San Antonio de Padua (siglo XIII), con la antigua orden de los Antonianos, creada en honor de San Antonio Abad, eremita del desierto en el siglo III d.C. San Antonio de Padua vino al mundo en el año 1195 y se llamó Fernando de Bulloes y Taveira de Azevedo; nombre que cambió por el de Antonio al ingresar en la orden de Frailes Menores, precisamente por la devoción que tenía a San Antonio Abad, el gran patriarca de los monjes y patrones titulares de la capilla en que recibió el hábito franciscano.
Fue a finales del siglo IX cuando nueve caballeros franceses, originarios de la antigua provincia fronteriza del Delfinado, decidieron partir hacia Bizancio en busca del cuerpo de Antonio el Ermitaño, el anacoreta de Egipto, canonizado como san Antonio Abad y llamado también san Antón, que obraba en poder de los emperadores de Oriente desde que fuera milagrosamente descubierto en el desierto.
A su regreso, las reliquias fueron instaladas en la ciudad de Saint-Antoine-de-Viennois, coincidiendo con la propagación de una de las peores epidemias conocidas de la Europa medieval, el llamado ignis sacer o fuego sagrado (o santo). Las crónicas lo describen como una extraña enfermedad cuyo síntoma característico era la gangrena de pies, piernas, brazosy manos. En los casos graves el tejido se tornaba seco y negro y las extremidades, momificadas, caían sin pérdida de sangre. Se decía que estaban consumidas por el fuego sagrado y se ennegrecían como el carbón.
Entre los miles de afectados se encontraba Girondo de Valloire, hijo del noble Gastón de Valloire quien, viendo peligrar la vida de su vástago, hizo voto de ofrecer sus personas y bienes a san Antonio si por su intercesión restituía la salud a Girondo.
Padre e hijo aceptaron tal voto y al día siguiente el enfermo comenzó a mejorar. Esa misma noche, Gastón tuvo un sueño en el que san Antonio le decía que había curado a su hijo gracias a la petición que había hecho a Dios. Por tanto, solicitaba que los bienes ofrecidos se emplearan en socorrer a los afectados por el fuego sagrado. Mientras hablaba el santo ermitaño, Gastón pensaba si su hacienda alcanzaría para todos los enfermos y pobres como acudirían de las provincias afectadas. Fue entonces cuando san Antonio le ofreció su báculo en forma de la letra griega «tau» y le mandó que lo hincase en la tierra.
Obedeció el noble los santos designios y vio cómo crecía súbitamente un gran árbol cuyas ramas se esparcían en todas direcciones, produciendo gran abundancia de flores y frutos, bajo los cuales se veían muchos pobres sin pies ni manos que, en presencia de tan gloriosa sombra, se recreaban y consolaban. Ante la atónita mirada de Gastón, san Antonio procedió a explicarle tal visión: “Advierte que tú has de plantar un árbol en el tronco de la piedad y en la raíz de la caridad, y este árbol extenderá sus ramas muy largamente y de sus frutos se sustentarán los pobres”.
A los pocos días de esta visión, Girondo, que había estado en peligro de muerte, se levantó completamente restablecido. Fue entonces cuando padre e hijo donaron sus personas y hacienda a san Antonio, cosieron en sus vestiduras la señal del báculo que les había dado el ermitaño e iniciaron la tarea encomendada: nacía así la Orden de los Caballeros de San Antonio, cuya constitución fue aprobada por Urbano II en 1095.
Los primeros antonianos, vestidos con hábito negro y letra tau azul en el pecho, eran seglares hasta que, en 1218, recibieron los votos monásticos de Honorio III. Ochenta años después, en 1297, adquirieron cánones propios, adscritos a la regla de san Agustín, por parte de Bonifacio VIII. La orden se extendió por Francia, España e Italia y dio a la Iglesia numerosos eruditos y prelados, llegando a ser tanta su importancia que fueron los encargados de la salud dentro de la curia vaticana.
La mayoría de la documentación relativa a la orden antoniana se conserva en la Abadía de Saint-Antoine de Viennois. A partir de ella, el antoniano francés Aymar Falcon hizo, en la primera mitad del siglo XVI, un Compendio de la Orden Antoniana, traducido al castellano por fray Fernando Suárez en 1603. Seis años después veía la luz un curioso opúsculo, salido de las prensas valencianas de Juan Vicente Franco con el título de «Fundación, vida y regla de la grande orden militar y monástica de los caballeros y monjes del glorioso Padre San Antón Abad, en la Etiopía, monarquía del Preste Juan de las Indias».
Escrito por un tal Juan de Baltazar, que se presentaba a sí mismo como caballero abisinio, relataba la existencia de una hasta entonces desconocida rama africana de la orden antoniana. Si hacemos caso de Baltazar, la Orden Militar de Caballeros Antonianos habría sido fundada en el año 370 por el emperador etíope Juan el Santo, con la intención de pelear contra los herejes arrianos que amenazaban la religión cristiana del reino de Etiopía.
Inspirados en la forma de vida de san Antón Abad, la orden se amplió y engrandeció durante el reinado del Preste Juan Felipe VII, diferenciándose en dos ramas: una de monjes, que llevaban la tau como distintivo, y otra de caballeros, que unían a la cruz una flor de lis de color azul, guarnecida por las orillas con un hilo de oro. Fue también Juan Felipe VII el encargado de imponer una ley que, aunque dura, había servido para proteger su reino católico: todos los vasallos estaban obligados a dar a la religión de san Antón uno de cada tres hijos varones que tuvieran.
Esta misteriosa orden etíope tenía en cada ciudad su convento y abadía, elevándose el número de los mismos a más de 2.500. Los caballeros, una vez que envejecían, se convertían en monjes y pasaban a residir en las abadías. En cuanto a los futuros caballeros, debían entrar en la orden a los 16 años y pasar los nueve siguientes en un noviciado bélico distribuido en tres fases, a lo largo de las cuales luchaban contra los enemigos de la fe cristiana.
La narración de Juan de Baltazar será posteriormente incorporada a la historia que de la orden antoniana escribió Blas Antonio de Ceballos. Titulada «Libro nuevo. Flores sagradas de los yermos de Egipto. Vida y milagros del gran padre San Antonio Abad y sus más principales discípulos. Origen de la ilustre religión antoniana y fundación del orden militar de Caballeros de San Antonio, en los reinos de Etiopía», fue publicada en Madrid en 1686, muestra clara de la veracidad que se dio, durante todo el siglo XVII, a la existencia de una rama africana de caballeros antonianos.
En la actualidad debemos creer que se trata tan sólo de un relato fantástico, pues no se han encontrado pruebas que lo confirmen. Sí es verdad que existió una orden llamada de antonianos copto-etíopes, asociada con el hospicio de San Stefano dei Mori en la Ciudad del Vaticano, pero se trata tan sólo de una manera de designar al conjunto de normas que regían la actividad diaria dentro de los muros de dicho hospicio.
Como ya hemos indicado en otros artículos, la historia de los antonianos en España está directamente relacionada con el Camino de Santiago, pues Castrojeriz, pueblo emblemático del Camino a su paso por la provincia de Burgos, fue el lugar elegido para establecer el primer convento español. Fundado en 1146, bajo el patrocinio de Alfonso VII de Castilla, se transformó en la casa madre de la orden en España y en la Encomienda de Castilla.
El convento, hoy en ruinas, disponía de un espléndido santuario y de un hospital donde los peregrinos encontraban alivio a las muchas dolencias ocasionadas por la dureza propia del Camino, pues la orden antoniana fue creada con fines hospitalarios, si bien su especialización estaba en la curación del “fuego sagrado”.
La muerte se producía, generalmente, por parálisis respiratoria. El ergotismo crónico se debía, por su parte, al efecto producido por la vasoconstricción periférica. La falta de oxígeno en las extremidades conducía a la gangrena y posterior necrosis y amputación de los órganos afectados. Todos los aquejados de esta enfermedad presentaban, como síntoma común, la fiebre, tan elevada que quienes la soportaban describían posteriormente visiones extrañas y alucinaciones, generando así una temática específica dentro del culto a san Antonio.
hola la verdad me parecn muy buenos los articulos… y la verdad keria saber si me podria ayudar con algo k me a estado pasando… me siento desconsertada por no entender pero.. bueno..
el sueño mas raro k tube fue el de la noche de aier, comenzaba con un bosque k en lugar de k los arboles tubieran ramas y hojas tenian espinas, cadenas y cosas raras, el suelo no era ni tierra ni nada por el estilo… era como chapopote o lodo muy oscuro y lleno de espinas… mientras caminaba me acompañaban mis padres pero io era la unika k no traia zapatos… caminabamos y de la nada mi papa me advirtio k una niña saldria y me asustaria… io no preste atencion, seguimos caminando y de la nada mire a muchos niños formados como cuando los soldados en linea y de la nada de una orilla muy lejana se deja venir unas niña y io toda asustada suelto el grito.. ella me pid agua y flores… io a esa niña en mi vida la he mirado… seguimos caminando y mi papa me dic k iremos a visitar a uno d sus abuelos…. y al llegar esta un cuarto muy oscuro y feo.. no tiene tierra de piso si no un oyo enorme y unas maderias en las cuales mi madre se para y mi papa le dic, no te pongas ahi por k recuerda de ahi salen las arañas.. para esto mi mama comienza a cantar y me pid la acompañe pero io le repetia y le repetia k no conosia la melodia… en eso salen muchas arañas y mi papa dic te dije k saldrian las arañas…en eso alguien hombre pid agua y flores tambien…. regrezamos a casa io tomo un baso con agua y flores… regreso a donde la niña me salio y ya no hay niños si no una como tumba con una corona enorme de flores como las k ganas los caballos de carreras y tenia un grabado con rojo donde decia… seep raul… mi mami pid k le ponga su agua y al io hacerlo el suelo se cae y keda un oyo con rejas… rebajo miro una nota pero no alcanso a ver k dic… mi madre pid k coloke las flores y yo le alegaba k como podria hacer eso ya k se caerian entonces termino poniendolas… pero al hacerlo estas se desasen y caen por el oyo…
lo mas raro esk meses antes de este sueño io ya habia soñado a la niña.. pero antes no hablaba conmigo… si no con mi padre.. a el le pedia las flores y el agua.. pero eso io lo soñaba… io no habia mirado a la niña solo recuerdo k el llegaba todo ajitado diciendo k una niña le pedi eso y k porfavor mi mami lo acompañara… io miraba como partian juntos con flores y agua pero no los miraba regrezar… ahora esa niña me lo pid a mi…
le comente mis sueños a una prima y ella al preguntar hac cuanto la nena me pid a mi las cosas ella dijo k podria ser k por k mi papi ya no la miraba por k mas o menos un mes atras k fue cuando io la comenc a soñar mi prima le regalo una cruz de san benito a mi papi… y no se k hacer.. no conosco a esa niña ni al raul k sale en la tumba ni al familiar de mi papa…
a mi padre le dieron esa cruz por k el siempre ha mirado y sentido muchas cosas.. hac poko antes k pasara lo de aiti o como se escriba el soñaba con un terremoto como el k habia pasado en mexico hac años pero muchisimo mas feo.. el decia k miraba muchisima gente muerta… y alos dias k pasa casi lo k mi papa soño… meses atras el soñaba con un avion k caia y muchos eridos.. a la semana cae un avion e igual k como el lo soño… antes de eso cuando el tsunami el soñaba k el mar se salia de su lugar y hacia un caos en un lugar k el no conosia… y asi… siempre asusta cuando el sueña.. pero ps bueno ahora no se por k me ha tocado a mi.. si yo ya tenia mucho k no miraba ni sentia absolutamente nada… crees poder ayudarme?