Superar la ruptura amorosa con hipnosis (y 2)

(Viene del post ‘La hipnosis ayuda a superar el dolor y la depresión originados por una ruptura amorosa’)

Cuando ya comienza a superarse la etapa de sufrimiento por la pérdida, de autocompadecimiento e incluso de depresión, la persona entra en una fase distinta, en la cual todos los sentimientos de afecto o amor anteriores se cambian y se sustituyen por los de enojo, enfado e incluso ira. Esta fase es muy importante, porque es la que permite salir de la depresión. Al llegar a ella, la persona piensa y dice cosas como: «Mi ex  no era una gran persona como yo creía, es solamente un pobre sujeto (…)», etcétera, utilizando muchas veces palabras que no es posible aquí reproducir,  garabatos e insultos incluidos, porque cuando una persona está airada, no se controla verbalmente y dice lo primero que se le viene a la cabeza; generalmente, toda clase de palabras negativas. Para superar esta fase de ira o enojo, es necesario sacar toda la rabia, decir cuantas pestes y maldiciones sea preciso, escribir, hablar a solas o con alguien de suma confianza, pero de criterio formado.

Y si con ello la persona no consigue calmarse, también en este punto la hipnosis es muy eficaz. Y asimismo lo es, y ésta es una magnífica ocasión para recordarlo aquí, nuestro ritual de sanación espiritual; específicamente una parte muy concreta y característica del mismo, que nosotros denominamos ‘terapia de perdón’. Es un pequeño pero muy emotivo ritual en el que la persona perdona a ‘la otra parte’, mediante el reconocimiento y la aceptación de todo lo vivido, valorando asimismo todo lo que ha aprendido, tanto de sí mismo, como del otro/a, como de la vida en general durante todo el tiempo que ha durado esa relación; y adquiriendo al mismo tiempo conciencia de que lo sucedido ha aportado a la persona una mayor madurez espiritual y sentimental y un reafirmamiento del amor propio.

Finalmente, la hipnosis ayuda también al afectado a alcanzar la etapa de total recuperación. En ella, la sonrisa regresa al rostro del hasta entonces ‘doliente’, vuelve a vérsele una persona fuerte, vital, capaz de controlar sus emociones, su tiempo, su autonomía… En otras palabras, esa persona vuelve a ser ‘la de antes’ de que se produjera el ‘trauma’ de la separación o de la ruptura sentimental, vuelve a ser entusiasta y a sentirse plenamente libre. El momento crucial, la prueba definitiva de que se ha alcanzado esta etapa,  es encontrarse frente a frente con el ex amor y no sentir la menor alteración. Sonreír y mostrarse totalmente indiferente, sin que el corazón lata más rápido ni que se registre la más mínima emoción.

La terapia hipnótica, en estos casos concretos y recordando aquí lo que ya hemos señalado en otros artículos dentro de esta misma categoría, devuelve a la persona toda su autoestima, toda su confianza y también le hace ser consciente plenamente de su libertad. A partir de ese momento, la ‘persona antes doliente’  vuelve a ser totalmente responsable de sí misma y le devuelve la capacidad de saber y poder vivir, si así lo decide, sin ningún tipo de atadura emocional. Ya no andará buscando desesperadamente un nuevo compañero/a,  pero tampoco estará en absoluto cerrada a la posibilidad de un nuevo encuentro, de una nueva relación, o de un nuevo amor o relación de pareja, cuando en su vida aparezca el compañero/a adecuado/a. La hipnosis, especialmente,  le devuelve a la persona la certeza de que todos, absolutamente todos los seres humanos, somos capaces de superar este tipo de pérdidas o de rupturas, y somos asimismo capaces de amar de nuevo.

(Información sin compromiso sobre nuestras terapias hipnóticas, al fono fijo de Santiago 22-839 29 39)