En 1980, el Papa Juan Pablo II nombró a San Benito como patrono de toda Europa, en el XV Centenario de su nacimiento, porque ha sido el santo que más influencia ha tenido quizás en ese continente, por medio de la Comunidad religiosa que fundó y de sus sabias enseñanzas.
San Benito nació en Nursia (Italia, cerca de Roma) en el año 480. De padres acomodados, fue enviado a Roma a estudiar filosofía y letras, y se nota que aprendió muy bien el latín porque sus escritos están redactados en muy buen estilo. Todos los datos de su biografía los tomamos de la Vida de San Benito, escrita por San Gregorio Magno, que fue monje de su comunidad benedictina.
Cuando el estudiante Benito se hallaba en Roma, aquella ciudad estaba habitada por una mezcla de cristianos fervorosos, cristianos relajados, paganos, ateos, bárbaros y toda clase de gentes de diversos países y de variadas creencias; y el ambiente, especialmente el de la juventud, era espantosamente relajado. Así que Benito se dio cuenta de que si permanecía allá en medio de esa sociedad tan dañada, iba a llegar a ser un tremendo corrompido. Y sabía muy bien que en la lucha contra el pecado y la corrupción resultan vencedores los que en apariencia son «cobardes», o sea, los que huyen de las ocasiones y se alejan de las personas malvadas. Por eso huyó de la ciudad y se fue a un pueblecito alejado, a rezar, meditar y hacer penitencia.
Pero sucedió que en el pueblo a donde llegó, obtuvo un milagro sin quererlo. Vio a una pobre mujer llorando porque se le había partido un precioso jarrón que era ajeno. Benito rezó y le dio la bendición, y el jarrón volvió a quedar como si nada le hubiera pasado. Esto conmovió mucho a las gentes del pueblo y empezaron a venerarlo como un santo. Entonces tuvo que salir huyendo hacia más lejos. Se fue hacia una región totalmente deshabitada y en un sitio llamado Subiaco (que significa ‘debajo del lago’, porque había allí cuevas debajo del agua) se retiró a vivir en una roca, rodeada de malezas y de espinos, y a donde era dificilísimo subir. Al joven Benito le llegaron espantosas tentaciones impuras. A su imaginación se le presentaban escenas más corruptas y le llegaba el recuerdo de cierta mujer que él había visto hacía tiempo y sentía toda la fuerza de la pasión. Rezaba y pedía ayudas al cielo, y al fin cuando sintió que ya iba a consentir, se lanzó contra un matorral lleno de punzantes espinas y se revolcó allí hasta que todo su cuerpo quedó herido y lastimado. Así, mediante esas heridas corporales logró curar las heridas de su alma, y la tentación impura se alejó de él. Un monje que vivía por los alrededores lo instruyó acerca de cómo ser un buen religioso y le llevaba un pan cada día, el cual amarraba a un cable, que Benito tiraba desde arriba. Su barba y su cabellera crecieron de tal manera y su piel se volvió tan morena en aquella roca, que un día unos pastores que buscaban unas cabras, al encontrarlo, creyeron que era una fiera. Mas luego al oírle hablar, se quedaron maravillados de los buenos consejos que sabía dar. Contaron la noticia y mucha gente empezó a visitarlo para pedirle que les aconsejara y enseñara.
Y sucedió que otros hombres, cansados de la corrupción de la ciudad, se fueron a esos sitios deshabitados a rezar y a hacer penitencia, y al darse cuenta de la gran santidad de Benito, aunque él era más joven que los otros, le rogaron que se hiciera superior de todos ellos. El santo no quería, porque sabía que varios de ellos eran gente difícil de gobernar y porque personalmente era muy exigente con los que querían llegar a la santidad y sospechaba que no le iban a hacer caso. Pero tanto le rogaron que al fin aceptó el cargo de superior. Con todos ellos fundó allí 12 pequeños conventos de religiosos, cada uno con un superior o abad. El tenía la dirección general de todo.
Cuando algunos de aquellos hombres se dieron cuenta de que Benito como superior era exigente y no permitía «vivir prendiéndole un vela a Dios y otra al diablo», que no consentía el vivir en esa vida de retiro tan viciosamente como si se viviera en el mundo, dispusieron deshacerse de él y matarlo. Y echaron un fuerte veneno en la copa de vino que él se iba a tomar. Pero el santo dio una bendición a la copa, y ésta saltó por los aires hecha mil pedazos. Entonces se dio cuenta de que su vida corría peligro entre aquellos hombres, renunció a su cargo y se alejó de allí.
Con unos discípulos que le habían sido siempre fieles (San Mauro, San Plácido y otros) se dirigió hacia un monte escarpado, llamado Monte Casino. Allá iba a fundar su famosísima Comunidad de Benedictinos. Su monasterio de Montecassino ha sido famoso durante muchos siglos. En el año 530, después de ayunar y rezar por 40 días, empezó la construcción del convento, en la cima del monte. En ese sitio había los restos abandonados de un antiguo templo pagano, dedicado a Apolo; lo hizo derribar por completo y en su lugar construyó una capilla católica. Luego con sus discípulos fue evangelizando a todos los paganos que vivían en los alrededores, y enseguida sí empezó a levantar el edificio, del cual por tantos siglos han salido santos misioneros a llevar la santidad a pueblos y naciones.
San Gregorio, en su biografía de San Benito, narra muchos hechos interesantes y acontecimientos milagrosos, de entre los cuales vamos aquí a recordar algunos.
El muchacho que no sabía nadar.- El joven Plácido cayó en un profundo lago y se estaba ahogando. San Benito mandó a su discípulo preferido Mauro: «Láncese al agua y sálvelo». Mauro se lanzó enseguida y logró sacarlo sano y salvo hasta la orilla. Y sólo al salir del profundo lago se acordó de que había logrado atravesar esas aguas sin saber nadar. La obediencia al santo le había permitido hacer aquel salvamento milagroso.
El edificio que se cae.- Estando construyendo el monasterio, se vino abajo una enorme pared y sepultó a uno de los discípulos de San Benito. Éste se puso a rezar y mandó a los otros monjes que removieran los escombros, y debajo de todo apareció el monje sepultado, sano y sin heridas, como si hubiera simplemente despertado de un sueño.
La piedra que no se movía.- Estaban sus religiosos constructores tratando de quitar una inmensa piedra, pero ésta no se dejaba ni siquiera mover un centímetro. Entonces el santo le envió una bendición, y enseguida la pudieron mover de allí como si no pesara nada.
El disfrazado.- El terrible rey de los hunos Totila, pagano, estaba invadiendo Italia, y oyó ponderar la santidad del monje. Entonces mandó al jefe de su guardia que se vistiera de rey y fuera con los ministros, a presentarse ante el santo, como si él fuera Totila. San Benito, apenas lo vio le dijo: «Quítate esos vestidos de rey, que no son los tuyos». El otro volvió a contarle al rey lo sucedido y éste se fue a visitarlo con gran respeto. El venerable anciano le anunció que lograría apoderarse de Roma y de Sicilia, pero que poco después de llegar a esa isla moriría. Y así le sucedió a Totila, tal cual.
Panes que se multiplican.- Hubo una gran escasez en esa región y San Benito mandó repartir entre los pobres todo el pan que había en el convento. Solamente dejó cinco panes, y los monjes eran muchos. Al verlos aterrados ante esa acción de caridad, les dijo: «Ya verán que el Señor nos devolverá con la misma generosidad con la que hemos repartido». A la mañana siguiente, llegaron a las puertas del monasterio 200 bultos de harina, y nunca se supo quién los envió.
Muertes anunciadas.- Un día exclamó: «Se murió mi amigo el obispo de Cápua, porque vi que subía al cielo un bello globo luminoso». Al día siguiente vinieron a traer la noticia de la muerte del obispo. Otro día vio que salía volando hacia el cielo una blanquísima paloma y exclamó: «Seguramente se murió mi hermana Escolástica». Los monjes fueron a averiguar, y sí, en efecto, acababa de morir tan santa mujer. El, que había anunciado la muerte de otros, supo también que se aproximaba su propia muerte y mandó a unos religiosos que excavaran en el suelo su sepultura. Tardaron seis días haciéndola, y apenas la terminaron, empezó él a sentir altísimas fiebres, y poco después murió.
Un día en la vida de San Benito.- Se levantaba a las dos de la madrugada a rezar los salmos. Pasaba horas y horas rezando y meditando. Jamás comía carne. Dedicaba bastantes horas al trabajo manual, y logró que sus seguidores se convencieran de que el trabajo no es un rebajarse, sino un ser útil para la sociedad y un modo de imitar a Jesucristo, y hasta un método muy bueno para alejar tentaciones. Ayunaba cada día, y su desayuno lo tomaba en las horas de la tarde. La mañana la pasaba sin comer ni beber. Atendía a todos los que le iban a hacer consultas espirituales, que eran muchos, y de vez en cuando se iba por los pueblos de los alrededores con sus monjes, a predicar y a tratar de convertir a los pecadores. Su trato con todos era extremadamente amable y bien educado. Su presencia era venerable.
La Santa Regla.- Inspirado por Dios, escribió un Reglamento para sus monjes que llamó «Santa Regla». Es un documento que se ha hecho famoso en todo el mundo, y en el cual se han basado los Reglamentos de todas las demás Comunidades religiosas en la Iglesia Católica. Allí recomienda ciertos detalles como éstos:
- La primera virtud que necesita un religioso (después de la caridad) es la humildad.
- La casa de Dios es para rezar y no para charlar.
- Todo superior debe esforzarse por ser amable como un padre bondadoso.
- El ecónomo o el que administra el dinero no debe humillar a nadie.
- Nuestro lema debe ser: «Ora et Labora» (Reza y Trabaja).
- Cada uno debe esforzarse por ser exquisito y agradable en su trato.
- Cada comunidad debe ser como una buena familia donde todos se aman.
- Evite cada individuo todo lo que sea rústico y vulgar. Recuerde lo que decía San Ambrosio: «Portarse con nobleza es una gran virtud».
Y los que vivieron con él afirmaban que todo lo bueno que recomienda en su Santa Regla, lo practicaba él en su vida diaria. Con estos principios, su Comunidad de Benedictinos ha hecho inmenso bien en todo el mundo en 15 siglos.
Morir de pie, como los robles.- El 21 de marzo del año 543, estaba el santo en la ceremonia del Jueves Santo, cuando se sintió morir. Se apoyó en los brazos de dos de sus discípulos, y elevando sus ojos hacia el cielo cumplió una vez más lo que tanto recomendaba a los que lo escuchaban: «Hay que tener un deseo inmenso de ir al cielo», y lanzando un suspiro como de quien obtiene aquello que tanto había anhelado, quedó muerto. Dos de sus monjes estaban lejos de allí rezando, y de pronto vieron una luz esplendorosa que subía hacia los cielos y exclamaron: «Seguramente es nuestro Padre Benito, que ha volado a la eternidad». Era el momento preciso en el que moría el santo.
Benito significa: «Bendecido». Se le considera el Patriarca de los Monjes de Occidente y el Patrón de los Exorcistas.
Su intercesión es invocada contra el veneno, los maleficios, las erupciones, las inflamaciones, la fiebre, la arenilla, los cálculos y otras muchas enfermedades. Se le considera también como «patrón de la Buena Muerte». Los milagros y beneficios obtenidos invocando ante Dios su intercesión son innumerables. A la medalla que lleva su nombre (sea que se la tenga encima, sea que se la aplique sobre las partes enfermas, sea que se beba el agua en la cual haya estado sumergida la medalla), se le atribuyen efectos prodigiosos contra las insidias del demonio, de ayuda en los peligros y también contra las enfermedades de los animales domésticos.
San Benito es un amigo del camino de la vida tengo multiples testimonios que manifiestan su intersección SOLO AGRADEZCO SU ACOMPAÑAMIENTO, ´por que es jesus que nos dejo un ser igual que nosotros para que nuestra vida sea vivida con fe
realmente creo que san benito es milagroso,,hace unos días atrás me paso algo totalmente inesperado para mi ..venia atravesando un momento muy difícil, en el cual me encontraba muy sola y triste…sin saber que pensar , ni que hacer….y llego a mi una medallita de San Benito(del cual no tenia idea de quien era)de todas formas decidí dejármela.
El mismo día que llega a mi poder se me pierde…en ese momento pensé que tal vez esa medalla no tenia que estar conmigo,porque yo no creía en él, entonces le pedí a Dios que encuentre esa medalla la persona que realmente necesitara de su protección… Me bañe, hice algunas cosas en casa ,y seguía mal por haber perdido la medalla y por todo lo que venia atravesando, entonces dije Dios por favor necesito que la medalla vuelva a mi… necesito que San Benito me proteja hoy a mi ….(en ese momento tenia las palmas de mi mano cerradas, y cuando las abro… apareció la medalla en una de ellas)…yo creo que lo pedí con tanto deseo que se manifestó de esa manera para que vuelva a tener fe….Gracias San Benito,me siento muy protegida!!
San Benito protege mi familia – lo necesito. amen
ACABO DE CONFESARME EN LA BASILICA DE ESQUIPULAS, EN LA CIUDAD DE GUATEMALA, Y EL PADRE ME RECOMENDO QUE COMPRARA LA MEDALLA DE SAN BENITO DE ABAD, PARA QUE ME LIBRE DE LAS TENTACIONES DEL ENEMIGO. SAN BENITO EN TUS MANOS PONGO TODO LO QUE DIOS ME HA REGALADO, AYUDAME A SALVAR MI ALMA Y LA DE MI FAMILIA. AYUDA A MI HIJO A QUE ENCUENTRE PAZ,
soy muy creyente de san Benito. Tengo el anillo y le pido humildemente que me conceda la gracia que le pido, que vuelva a unir y esta vez para siempre y bajo su amparo y protección a la familia que estamos formando. bendíceme Glorioso San Benito. Amén,
SAN BENITO . M.LE DIO AGUA CON LA MEDALLA DE S. BENITO A RA. DIOS LOS SACO DE ESE LUGAR QUE ESTABA CON MALAS AMISTADES. AHORA ESTA EN MANOS DE DIOS Y SE ESTA SANANDO . DEL ALMA ESPIRITU CORAZON Y CUERPO. DE LOS VICIOS QUE TENIA. . PIDO TRILLONES DE ORACIONES AL CIELO. PARA SAN BENITO LO SIGA SANANDO. DE LAS ENVIDIAS. QUE LE TIENE LA GENTE.. Y NUNCA PROGRESA..PERO AHORA QUE ESTA EN MANOS DE DIOS ..VA SALIR CON EXITOS 2012 HASTA QUE RA. VM JG. MS.MS SE ENCUENTRE CON DIOS…
yo no conocia a san benito y hoy te puedo decir que todo cambio para mi y le doy las gracias por todo y le pido siempre por mi familia y gracias por tener tantas amigas y por quitarme a mis enemigos de mi camino gracias san benito y crean en el, que dios los bendiga
es un santos muy milagroso, yo lo traiso siempre conmigo y me siento protegida
yo si creo que este Santo es demasiado milagroso, tenia miedo porque no me estaba yendo bien en una materia en la universidad le pedí que me ayudara y todo salió mejor de lo que pensé,gracias San Benito y siempre cargo su medalla.
POR LA FE QUE LE TENGO, LE REGALE A MI HIJA UNA MEDALLITA, PARA QUE LA PROTEGIERA Y AYUDARA A SUPERAR UN MOMENTO DIFICIL QUE ESTA PASANDO. GRACIAS SAN BENITO
san benito es muy milagroso , y solo le pido por mi hija y siempre la compaña.Estoy segura en que mi hija no esta sola nunka mas
ISELA GASCA yo tengo mucha fe en k san BENITO ayude a mi hija en el milagro k tanto he pedido k logre su felicidad…estare eternamente agradecida
Había estado muy afligida en mi trabajo por el trato que mi jefe me estaba dando en estos ultimos 4 meses. Me recomendaron hacer la oración de San Benito y colocar su preciosa medalla en la oficina de mi jefa y en verdad ella ha cambiado su manera de ser. Por lo menos no me habla feo, me trata con respeto y sabe pedir las cosas. San Benito es muy poderoso porque con la intersección de JESUS quien le da el poder, aleja el demomio a las personas, las calma y las cambia. Gracias San Benito por estar conmigo y ayudarme.
talvez nunk me crean pero yo soñe a este santo q me decia que me comprara una medalla de plata de su imagen, igual y no me creen pero no lo conocia ni sabia quien era xeso es q entre aver su historia, pero x lo que dice quizo y que hace creo que sera mi protector en lo que estoy pasasndo y tengo una medallita q consegi no es de plata ni oro pero trae los mismos sombolos solo que nose como curar una medallita alguien me puede ayudar????????»
ojala excistiera gente como e hoy en dia en estos tiempos tan dificilesl y seamos todos mas sabios y puros de corazon!
Es hermoso saber que existió una persona como San Benito. Todos debíamos estudiar «La Santa Regla» y seguirla; así podríamos estar mas a gusto con nosotros mismos y tratar de limpiar la podredumbre que hoy nos rodea.
!!Sigamos su ejemplo y demos a conocer su obra!!!.
Creo que la vida de San Benito Abad es un ejemplo de vida y esforzarnos por seguir su enseñanza nos dara alivio y armonia espiritual y lo mas importan depositar nuestra fe y devoción a una vida de caridad y humildad, misma que hoy en día nos hace tanta falta, considero que nuestra voluntad de ser cada día mejor es la que no llevara a tener una vida mejor. gracias.
Lo poco que se sabe de la vida de este santo es a través de San Gregorio, quien esboza una serie de las principales escenas milagrosas de su vida. Nació en el antiguo y pequeño pueblo de Sabino en Nursia, hacia el año 480 D.C. y es considerado el Patriarca del Monasticismo Occidental, porque fue su principal legislador, reformador y unificador. Fue enviado por sus padres a Roma, pero temiendo pervertirse con los malos ejemplos de sus condiscípulos, se retiró en soledad primero a Enfìde, país de Sabina, y luego a la cercana Subiaco donde un monje, llamado Romano, lo vistió con un hábito religioso.
me gustaria conocer mas de todo esto, de las imnosis de meditacion
Creo los santos son personas muy espirituales, y es en ello que debemos centrar el beneficio de su intersección, pues han hallado mucha gracia delante de Dios. Lo que más aprecio de este Santo es que se me dió conocerlo precisamente por la devoción que le tiene un Sacerdote, por el que tengo muy especial afecto, y de ello ha dependido mucho avanzar más profundamente en el camino de la oración y de la vida espiritual. Los santos ven más alla de lo que nosotros podemos ver y percibir, pues la Santidad de Dios diverge en nuestro pensamiento y nuestra razón, pienso que cuando nos avocamos a la intersección de un Santo estamos introduciéndonos a la Santidad que lo envuelve todo en todos, la Santidad de Dios.
En cuanto a nuestros Sacerdotes, no los juzguemos, pues quien se encuentre limpio de pecado que tire la primera piedra, y conste que no lo digo refiriéndome a una persona común como yo, estoy refiriéndome a los Sacerdotes, estan consagrados (es decir apartados) para Dios, entonces no es Dios quién pedirá cuenta de sus actos? Bendecirlos y pedir mucho por ellos y por la rectitud de sus actos y de su espíritu pienso que edificaría más la Iglesia.