
El maleficio indirecto tiene lugar cuando se hacen invocaciones maléficas sobre objetos que representan a la persona a quien se quiere hacer daño: un muñeco, una foto, un sapo, vestidos, etc. Unas veces, se clavan alfileres, clavos o cuchillos en el muñeco o en la foto para que el interesado sufra en carne propia lo que están haciendo. A veces, se deja pudrir carne fresca, maleficiada y enterrada, para que la persona a su vez se vaya pudriendo por dentro a causa de alguna enfermedad.
En ocasiones, se mete un sapo maleficiado en una caja para que se muera poco a poco de hambre, tal como se desea que le ocurra al interesado. Otras veces, se quema el objeto de transferencia personal para que la víctima se consuma también.
Hay casos en que se liga el material maleficiado como cabellos, cintas, pañuelos, etc., que representan el impedimento que se quiere causar a la víctima. En estos casos, llamados de ligadura o anudamiento, muchas veces suceden hechos o acontecimientos misteriosos, pues los más extraños objetos se encuentran en las almohadas o colchones de la víctima; por ejemplo, lana anudada o plumas anudadas en formas sorprendentes.
Sea cual sea el caso de que se trate, no nos asustemos. Nuestros enemigos pueden echarnos porquerías en nuestra casa o enterrar cosas «raras», o hacernos comer cosas maleficiadas, pero siempre tenemos medios para protegernos.
Para estos casos concretos y en general para todos los casos de influencia maléfica, es bueno usar agua bendita que se puede beber, o echar sal bendita en los rincones de la casa, disponer de imágenes sagradas bendecidas, rosarios, crucifijos o la medalla de San Benito y hacer frecuentemente la señal de la cruz sobre uno mismo.
También es bueno recitar frecuentemente la oración a San Miguel Arcángel, que es un potente exorcismo. También es muy importante la confesión; la cual, según el padre Amorth, es mejor que cualquier exorcismo.
Mientras la persona no se arrepienta de sus pecados y no deje el mal, siempre estará desprotegida y débil espiritualmente, y por tanto será más fácilmente víctima de los maleficios que le lancen otras personas.