Señor Jesús, Tú nos has llamado a renunciar al mal y a tener siempre presente que, siendo el Hijo del Dios vivo, también fuiste tentado por las fuerzas del mal y tuviste la fortaleza y la sabiduría de resistir toda tentación.
Enséñame a mantenerme fiel a tus promesas y seguir tu Palabra con fidelidad, porque Ella es escudo que resiste toda prueba y me ayuda a crecer en santidad.
Enséñame a reconocer las distintas apariciones del mal en todas sus formas y a estar en guardia contra el enemigo malo, que se me presenta como ángel de luz para engañar a mi alma y torcer mis caminos.
Concédeme la gracia y la fuerza para enfrentar con valentía y sabiduría todo lo que hace daño a mi espíritu y a mantenerme firme en tiempos de prueba y tentaciones, sabiendo que tu amor y tu respaldo están siempre conmigo.
Que se haga siempre tu voluntad en mi vida y que, junto a tus santos y a todos tus ángeles, pueda proclamar para siempre las alabanzas eternas a tu Santo Nombre. Amén.