
El Necronomicón es un grimorio ficticio ideado por el escritor estadounidense H.P. Lovecraft (1890-1937), uno de los maestros de la literatura de terror y ciencia ficción. Es mencionado por primera vez en el cuento La ciudad sin nombre («The nameless city») de 1921 donde también se indica que su autor fue el «árabe loco» Abdul Alhazred, un seudónimo empleado por Lovecraft desde su infancia.
El libro es, asimismo, mencionado por otros autores del círculo lovecraftiano, como August Derleth o Clark Ashton Smith. Desde entonces, el libro ficticio ha inspirado la publicación de diversas obras de igual título.
En una carta de 1937 dirigida a Harry O. Fischer, Lovecraft revela que el título del libro se le ocurrió durante un sueño. Una vez despierto, hizo su propia interpretación de la etimología. A su juicio, significaba «Imagen de la Ley de los Muertos», pues en el último elemento (-icon) quiso ver la palabra griega εἰκών (latín icon), «imagen».

En 1927, Lovecraft escribió una breve nota sobre la autoría del Necronomicón y la historia de sus traducciones, que fue publicada en 1938, tras su muerte, como Una historia del Necronomicón.
Según esta obra, el libro fue escrito con el título de Kitab Al-Azif (en árabe: «El rumor de los insectos por la noche», rumor que en el folclore arábigo se atribuye a demonios como los djins y gules) alrededor del año 730 d.C. por el poeta árabe Abdul Al-Hazred, de Saná (Yemen), de quien dice que murió a plena luz del día devorado por una bestia invisible.
Lovecraft abunda en datos para hacer verosímil la existencia del libro. Por ejemplo, cita como uno de sus compiladores a Ibn Khallikan, erudito iraní o árabe que existió realmente.
También cuenta que hacia el año 950 fue traducido al griego por Theodorus Philetas y adoptó el título actual griego, Necronomicón. Tuvo una rápida difusión entre los filósofos y hombres de ciencia de la Baja Edad Media. Sin embargo, los horrendos sucesos que se producían en torno al libro hicieron que la Iglesia católica lo condenara en el año 1050. En el año 1228 Olaus Wormius (el verdadero Wormius vivió en el siglo xvii) tradujo el libro al latín, en la que es la versión más famosa, pues (siempre según la ficción lovecraftiana) aún quedan algunos ejemplares de ella, mientras que los originales árabe y griego se creen perdidos.
