Se cumplen 30 años del fraude del cerro Uritorco, lugar de peregrinación esotérica en Argentina

Hace 30 años un equipo de televisión inventó una historia fantástica sobre la supuesta huella de un platillo volador en Capilla del Monte, Córdoba (Argentina). Desde ese entonces, el lugar se transformó en la Meca del esoterismo nacional, según relata Marco Bustamante en el medio argentino Crónica. Puede parecer gracioso y hasta bizarro, pero no deja de ser una estafa que busca embaucar a miles de «peregrinos espirituales».

Hace exactamente tres décadas, en enero de 1986, un equipo del noticiero Nuevediario presentaba al mundo la impactante imagen de una huella OVNI en la ladera del cerro “el pajarillo” en Córdoba. A decir verdad, era un círculo enorme de pasto quemado; ningún testigo reportó fehacientemente una nave extraterrestre ni mucho menos seres con cualidades cuasi celestiales. Pero aquella crónica realizada por José de Zer, acompañado siempre por su fiel camarógrafo Carlos “Chango” Torres, dio a luz uno de los mitos modernos más conocidos de Argentina: la ciudad intraterrena de Erks.

La mentira original

José de Zer, nombre artístico de José Keizer, jamás subió al cerro Uritorco, y mucho menos pudo filmar una nave extraterrestre en aquel paraje hermoso del norte de Córdoba. A principios de enero de 1986, el periodista se encontraba en Villa Carlos Paz entrevistando elencos de las obras de teatro. Una mañana, mientras desayunaba, encontró una noticia por demás llamativa en el diario local: había aparecido una mancha de pasto en las proximidades de Capilla del Monte, un pueblo poco conocido, al menos para el público masivo.

Hasta ahí no existía la ciudad intraterrena, ni los seres elementales provenientes de la entrañas mismas de la tierra, ni nada. Era sólo un poco de pasto quemado, que como muchas veces pasa se había distribuido en círculo en la ladera del cerro. En el campo ese tipo de incendios es común, más en verano, no hace falta una nave extraterrestre para generarlos; las brasas mal apagadas de un asado, un rayo o algún cristal los detonan frecuentemente. La forma del foco ígneo lo determinará la velocidad y dirección del viento. Algunos intentarán refutar este planteo indicando que pasado el tiempo, la supuesta huella OVNI todavía era visible. Eso también es natural: después de cualquier incendio en las sierras, la tierra se fertiliza con nutrientes. Producto de esto, la vegetación joven toma un color más intenso y el efecto puede durar años.

Volviendo a José de Zer, desde que arribó a Capilla del Monte, la mitad de los televisores en Argentina todo el mes de enero de 1986 se prendieron a las siete de la tarde para ver el Canal 9 de Romay y poder seguir la aventura del cronista aventurero. Mucho tiempo después el camarógrafo reconoció lo bizarro de todo: hasta las pinturas supuestamente extraterrestres en una cueva eran falsas. Ellos mismos hicieron los dibujos con esmalte para uñas mientras descansaban en el hotel, y a lo mejor bajo los efectos de la acetona surgió la tan famosa ciudad de Erks. “Cuando entramos José dijo: ‘¿Ché, qué podemos hacer acá? Vamos a hacer que haya vida extraterrestre” contó el Chango Torres años más tarde.

“Erks es todo un verso”

Un investigador de Capilla del Monte, que nos pidió específicamente no ser identificado por miedo a represalias por parte de grupos de fanáticos de la zona, nos brindó esclarecedores detalles: “Erks es un verso inventado para el negocio”, pero aclaró que muchas veces pueden verse luces extrañas en el cielo. “No es venir y pasan como los colectivos”. Al parecer, el crecimiento urbanístico de Capilla del Monte alejó este tipo de fenómenos hacia al noroeste de la provincia; esto vendría ocurriendo desde hace casi una década.

El truco de un ladrón necesariamente tiene que salir a la luz, más si afecta a los bolsillos de miles de personas cada temporada. Aparentemente el sistema para engañar al visitante es tan sencillo como práctico: las personas que pagan la visita –nada es gratis en Capilla del Monte– son llevados en busca de experiencias místicas a lugares altos y alejados. En un punto opuesto al campamento, cómplices de los estafadores, dotados de poderosas linternas similares a las utilizadas en los barcos, prenden y apagan luces de distintos colores. El show se completa con el poder de la sugestión. Algunas de estas visitas guiadas en las que se prometen un contacto directo con entidades venidas del espacio, pueden costar entre 200 hasta 1.000 pesos.

El peligro de las sectas

El periodista Alfredo Silletta escribió un libro muy interesante titulado Shopping Espiritual, en el cual alerta sobre la presencia de sectas en diversos ámbitos de nuestra sociedad y especialmente advierte del problema con los supuestos gurúes que se aprovechan de las personas. Silleta nos contó que “es importante estar alerta ante tanto supuesto ‘profeta’ o ‘maestro espiritual’ que intenta manipular a quienes por alguna razón creen en esas fantasías”.

“Aquellos que vayan al cerro Uritorco sepan que muy cerca estarán los reclutadores de sectas y cultos que los querrán convencer de que ellos tienen la verdad revelada. Hay que recordar que estos reclutadores trabajarán sobre la amistad, las emociones o las creencias”.

Fuente: Crónica/Info-RIES