Exorcismo

Expulsar los demonios es su exacto significado, la creencia de que el demonio puede invadir el cuerpo de una persona se traduce en un poseso (poseído), este procedimiento ritual es anterior al cristianismo, su origen fue tomado de la palabra latina “exorcismus” y del griego “exorkismos”: Acción de tomar juramento.

En Babilonia y Caldea, los sacerdotes rompían una estatuilla de cera que representaba al demonio y así alejarlo. En la tradición judía consideraban que una persona puede ser poseída por un espíritu maligno llamado Dybbuk, que es el alma de un muerto que se ha escapado del infierno y puede ser expulsado a través del exorcismo prescrito en antiguos documentos hebreos. En la religión católica el exorcismo es practicado por un sacerdote con autorización del episcopado local. En la era actual los hagiógrafos cristianos se preguntan ¿cómo hizo el diablo para ingresar en el cuerpo de Judas Iscariote para traicionar a su discípulo amado Jesús de Nazareth?. Es un misterio que se llevó a la tumba. El poseso Judas Iscariote causó un verdadero escándalo con su nociva actitud que conmovió toda una comunidad en su época y aún en la era actual, lo que significa que el ingreso del mal en una persona de influencia o de poder las consecuencias son devastadoras.

En estos casos, el exorcismo no se hace directo con la persona poseída, por razones obvias ya que el poseso se considera autosuficiente, aquí se recurre a la fuerza de la oración, he aquí un ejemplo rigurosamente cierto: En Austria, después de la segunda Guerra Mundial, sus habitantes estaban sumisos a una dictadura implacable, con la pérdida de todos sus derechos implantado por el gobierno ruso, pero un valiente sacerdote, el padre Petrus, en una homilía exigió a sus feligreses que rezaran todos los día el Santo Rosario y rogaran que Rusia se fuera del país, sorpresivamente el 13 de mayo de 1955, aniversario de la primera aparición de la virgen de Fátima, los rusos abandonaron Austria, hecho que nadie entendió, pues este es un país estratégicamente situado, rico en depósitos minerales y reservas de petróleo. De manera que la Virgen escuchó los clamores de su pueblo. Tal es la situación del pueblo de Libia, cuyo presidente tiene las características de estar poseído, por eso todos los creyente cristianos y no cristianos oran por su salida, el tiempo hablará.

Jesús de Nazareth fue acusado de poseso por los judíos, decían que tenía a Beelzebul un ciego instrumento del poder satánico, también acusaron a Juan Bautista de lo mismo (Mt 11, 18) y no sólo los llamaban posesos sino también locos (Jn 10, 20). Pero Jesús expulsaba a los demonios por el espíritu de Dios (Mt 12, 28), exorcizó a un mudo (Mt 9, 33), a un epiléptico (Mt 17, 18), y a María Magdalena le expulsó siete demonios, su influencia diabólica en ella era extremadamente notable.

El Padre Amorth, exorcista oficial de Roma, se lamenta de que por tres siglos los exorcismos fueron casi abandonados por la Iglesia. Juan Pablo II volvió a recordar la importancia de estos. Durante la audiencia pública del 3 de junio de 1998, El Papa Juan Pablo II habló de los deberes del exorcista y en 1999 se publicó el rito de exorcismo que remplaza al del 1614. El Papa, según el Padre Amorth, ha hecho al menos dos exorcismos durante su pontificado. El primer caso fue en abril del 1982, el segundo durante el año jubilar. Ambos casos se tratan de personas no identificadas que manifestaron señales de posesión durante una audiencia con el Papa. Él más tarde les rezó las oraciones del exorcismo por ellas en privado.

En muchos casos el camino a la entrada de Satanás lo busca el propio hombre con su vida disipada, alejada de Dios. Aquí se demuestra que la acción del demonio se identifica con la posesión que es un estado de alienación total, en que el hombre deja prácticamente de ser él mismo, perdiendo el control de sus facultades físicas y mentales, en este aspecto la interpretación científica y la religiosa no se excluyen sino que se complementan. ¿Es que nos es posible que tras una enfermedad esté presente también el demonio?. Si María Magdalena no fuera poseída de siete demonios, estaríamos enfrente de una persona portadora de gravísimas enfermedades que jamás hubiese resistido.

La psicología moderna y la psiquiatría en sus metodologías niegan la influencia diabólica, pero los hechos sobrenaturales se imponen al rigor científico, reconociendo definitivamente que el exorcismo es una sorprendente realidad indiscutible, la discusión se centra en distinguir un estado psicótico a la de un poseso, para ello existen mecanismos que identifican plenamente la diferencia y el sacerdote reconoce si está o no delante de un poseído, la propia reacción del enfermo los revela, teniendo siempre presente que el Evangelio no confunde la enfermedad y la posesión, porque a veces distingue netamente las dos cosas (Mc 1, 32, 34) y (Lc 8, 2).

Criterios para discernir posesión diabólica según el nuevo ritual del exorcismo: Aversión vehemente hacia Dios, la Virgen, los Santos, la cruz y las imágenes sagradas, junto con esta pueden darse otros fenómenos que por sí solos podrían ser don de Dios pero en el caso de posesión se manifiestan para el mal: El hablar con muchas palabras de lenguas desconocidas o entenderlas, hacer presentes cosas distantes o escondidas, demostrar más fuerzas de lo normal. Baste señalar el presente ejemplo de la vida real para evidenciar tal situación: El caso de Anneliese Michel, fue una niña alemana que se creyó que fue poseída por seis o más demonios. En 1968, con 16 años, Anneliese comenzó a padecer extraños ataques y se le diagnosticó epilepsia. Permaneció ingresada en el hospital psiquiátrico de Würzburg. Durante todo este tiempo Anneliese aseguró escuchar voces de ultratumba y tener visiones demoníacas que atribuyó a una posesión infernal. Los médicos que la atendieron no encontraron paliativos ni una explicación satisfactoria a los padecimientos de la joven, los padres católicos optaron por pensar que su hija, en efecto, estaba poseída. Se dice que los mismos demonios no le permitían comer; eso le provocó una terrible inanición.

En 1973, los padres acudieron a la parroquia local solicitando a los religiosos que su hija fuera sometida a un exorcismo. Poco después, el párroco Ernst Alt creyó probar que Anneliese reunía las condiciones suficientes para considerarse endemoniada y consiguió el permiso de las autoridades eclesiásticas para realizar un exorcismo siguiendo los pasos del Rituale Romanum. Durante las sesiones Anneliese manifestó estar poseída por hasta seis demonios diferentes, entre ellos Lucifer, y aquellos que también poseyeron a Fleishman, Caín, Judas Iscariote y Nerón. También afirmó estar bajo el poder de los espíritus de Hitler, de un párroco caído en desgracia y Julio César Molina, más conocido como el profanador de tumbas de animales. El exorcismo se prolongó durante un año y finalmente Anneliese murió a los 23 años. Está registrado que las últimas palabras que la joven dijo a su madre fueron «Mamá, tengo miedo» y que la última frase que dirigió a los exorcistas fue «Por favor, pidan la absolución».

La autopsia de Anneliese atribuyó el fallecimiento a la desnutrición y deshidratación. Antes de eso, se había destrozado las rodillas en ataques de genuflexión (acción de doblar una rodilla en señal de adoración a Dios) compulsiva. Este hecho inspiró la realización de la película el Exorcismo de Emily Rose. Esto nos indica que debemos orar, porque el demonio ataca a los débiles de fe, escondido e irreconocible se siente más cómodo y llega más lejos en su maledicencia. Él huye de los que rezan, todos sabemos que la oración es la forma más poderosa que el hombre pueda generar.

La influencia de la oración sobre la mente y el cuerpo humano, es tan comprobable como los procesos físicos, posee una fuerza tan real como la Ley de Gravedad, nos abastece con un auténtico flujo de poder para sostener la vida cotidiana y ésta es la opinión del eminente premio Nobel de Medicina, médico y fisiólogo el Dr. Alexis Carrel.

Artículo de Alfredo J. Veloz Correa, abogado y teólogo, en El Aragüeño (Venezuela)