El Universo está en constante movimiento, en un estado de vibración eterna, desde los astros hasta los trozos de rocas más densos: absolutamente todo vibra. Nuestros sentimientos y emociones también son parte de esta gran sinfonía Universal. La realidad que alcanzamos a percibir está sujeta a dos principales fuentes de vibración. Ahora, a las puertas de la Nueva Era, la humanidad ha de resonar en la Frecuencia del Amor. Un estupendo video en dos partes.
Parte 1
Parte 2