
¿Alguna vez se te ha perdido algo en tu casa y buscas harto pero no lo encuentras y lo más curioso es que después aparece? O ¿Dejaste las llaves en la mesa y luego están en un mueble distinto? Si te pasa frecuentemente es porque vives en conjunto con duendes.
Los duendes son seres que viven en un mundo paralelo al conocido por los seres humanos, mundo que comparten con otras criaturas mágicas. Entre estas criaturas se encuentran los seres del elemento agua, las sirenas; los seres del elemento fuego, los dragones; y los del elemento tierra, entre los que se encuentran los duendes, trolls, elfos, etc.
Existen duendes de jardín y duendes domésticos.
Los duendes domésticos prefieren habitar en los hogares o en sus alrededores, incluso sienten gran apego por los espacios que habitan. Se los describe como seres que adoran jugar y hacer travesuras, como hacer ruidos o cambiar objetos de lugar, desconcertando a los habitantes de la casa que comparten.
Si bien, en general, son considerados seres amistosos, también se dice que hay algunos duendes dañinos, incluso existe la creencia de que se llevan a los niños pequeños, sin bautizar, al bosque, se les atribuyen una serie de fines a estos raptos, hay quienes dicen que esclavizan a los niños, y hay quienes sostienen que los llevan a vivir para siempre un mundo de magia en el que nunca llegan a ser adultos.
Los duendes de dormitorio son considerados malignos, existen testimonios de personas que sostienen haber visto estos duendes reales en sus alcobas. Se dice que eligen vivir en las zonas oscuras de las habitaciones, como debajo de la cama o en los roperos, adoran molestar a las personas cuando duermen, provocando pesadillas y mucho miedo, sobre todo a los niños más chiquitos.
Ten cuidado si tienes muchas pesadillas.
Se dice que para atraer a los duendes debes primero invocarlos. Recuerda que únicamente puedes invocarlos para hacer el bien (de lo contrario llamaras a los malignos).
A los duendes les encanta la miel, el licor y las monedas. Por ello, debemos dejar siempre una copita con miel o licor para contar con ellos y cada vez que quieras pedirles algo, debes dejarle una ofrenda.
Antes de recitar la invocación debes tener una figura del duende que deseas invocar, una vela de color verde, un cuenco para ir dejando las monedas de ofrendas (recuerda nunca sacarlas) y una copita donde pones el licor y la miel.