
Si observan bien, las velas tienen sombra, que se refleja en la pared. En cambio, la llama de esas mismas velas no tiene sombra, no hay reflejo.
La Sombra nada puede contra la Luz. Donde la Luz brilla, ninguna Sombra se refleja.
Los servidores del Maligno son muchos. Algunos actúan a cara descubierta; otros se disfrazan, se hacen pasar por ‘amigos’ y esconden sus reales intenciones.
Su finalidad es clara: tratar de dañarnos de cualquier forma posible. Pero no lograrán apagar nuestra Luz.