
Como información para las personas que así lo han solicitado, aquí explico de manera resumida cómo es el Servicio de Caridad Espiritual que ofrezco y mi manera de trabajar.
Comienzo aclarando que no soy médium, ni contactado, ni tampoco canalizador. Solamente, en determinadas ocasiones, se me concede la gracia de poder traspasar durante un corto período de tiempo el velo que separa este mundo nuestro de tres dimensiones del mundo espiritual e inmaterial que está al Otro Lado; y se me permite poder preguntar y poder obtener, casi siempre, algunas respuestas.
Yo fallecí dos veces. Y quiero pensar que por eso, al margen de mis muchos años de estudios y experiencias, el Buen Dios me ha otorgado la gran dicha de tener esta capacidad, don, facultad o como lo quieran ustedes llamar, para ayudar a las personas que lo necesiten.
En la noche me desdoblo, si es factible (no siempre lo es) y mis guías, a los que previamente pido ayuda, me llevan hasta donde está la persona con la que deseo hablar. La localizo (no siempre se puede) y le pregunto las cosas que su ser querido me encarga que le pregunte.
A veces responden, a veces no. Depende de distintos factores: de cómo haya fallecido la persona, del tiempo terrestre que haya transcurrido (porque los espíritus no tienen tiempo), del estado en que se encuentre el espíritu o del momento en que se halle (sólo por poner un ejemplo, no es lo mismo si está en tránsito hacia la Luz que si está en el Purgatorio).
A veces tardan días en darse cuenta de que se les habla -como digo, según como hayan fallecido cada caso es distinto-; primero hay que hacer que se den cuenta de su estado y después, establecida una mínima confianza, preguntarles.
Mi manera de trabajar es así, resumidamente. Con ayuda de Dios, tengo éxito en un buen porcentaje de casos, pero en otras ocasiones no logro nada o apenas puedo obtener del difunto unas pocas palabras.
Deseo ser muy claro también en esto: No puedo mentir ni engañar a nadie.
El contacto con los espíritus es algo muy serio, muy agotador, exige mucho esfuerzo espiritual y nunca se puede tomar irresponsablemente y a la ligera. Al contrario, siempre hay que enfocarlo con mucho respeto, tanto para el espíritu de la persona fallecida como para el familiar que desea saber cómo y dónde dicho espíritu está.
Por la manera y las circunstancias en que se realiza, este servicio no es ni puede ser gratuito.
Las solicitudes se reciben en el whatsapp: +56 9 96 69 58 35.