Nada se pierde, ni siquiera el pensamiento. Ten buenos pensamientos para que en tu casa se respire bondad. Una mente enferma impregna de basura el corazón del hombre, haciéndolo sucumbir ante su propio Mal y ante las tentaciones del Maligno. Dios lo ve todo y antes o después, lo evidencia todo. Nada está oculto que no termine viendo la luz. Ten por tanto, y en todo momento, el alma limpia.
©J.R.