DIOS ESTÉ
Dios esté en mi cabeza, y en mi entendimiento,
Dios esté en mis ojos y en mi mirada,
Dios esté en mi boca y en mis palabras,
Dios esté en mi lengua y en mi gusto,
Dios esté en mis labios y en mi saludo.
Dios esté en mi nariz y en mi olfato y mi inspiración,
Dios esté en mis oídos y en mi audición,
Dios esté en mi cuello y en mi humildad,
Dios esté en mis hombros y en mi porte,
Dios esté en mi espalda y en mi postura.
Dios esté en mis brazos y en mi dar y recibir,
Dios esté en mis manos y en mi trabajo,
Dios esté en mis piernas y en mi caminar,
Dios esté en mis pies y en mi firme conexión,
Dios esté en mis articulaciones y en mis relaciones.
Dios esté en mis entrañas y en mis sentimientos,
Dios esté en mis intestinos y en mi perdonar,
Dios esté en mi talle y en mis movimientos,
Dios esté en mis pulmones y en mi respiración,
Dios esté en mi corazón y en mis afectos.
Dios esté en mi piel y en mi tacto y mis caricias,
Dios esté en mi carne y en mis penas y suspiros,
Dios esté en mi sangre y en mi vivir,
Dios esté en mis huesos y en mi morir,
Dios esté en mi final y en mi revivir.
(Oración tradicional del reverendo Jim Cotter, de su libro Prayer at Night)
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PADRE-MADRE
Esta es una muy antigua oración. Se dice que fue pronunciada por el mismo Jesús, y que después la Iglesia la transformó en el ‘Padrenuestro’ que todos conocemos. Sea cierto o no, en todo caso es una plegaria muy hermosa:
Padre-Madre, respiración de la Vida,
Fuente del sonido, Acción sin palabras, Creador del Cosmos.
Haz brillar tu luz dentro de nosotros,
entre nosotros y fuera de nosotros,
para que podamos hacerla útil.
respirando tan sólo el sentimiento que emana de Ti.
Nuestro Yo, en el mismo paso, pueda estar con el Tuyo,
para que caminemos como reyes y reinas
con todas las otras criaturas.
Que tu deseo y el nuestro sean uno solo,
en toda la Luz,
en toda existencia individual,
así como en todas las comunidades.
Haznos sentir el alma de la Tierra dentro de nosotros,
pues, de esta forma, sentiremos la Sabiduría que existe en todo.
No permitas que la superficialidad
y la apariencia de las cosas del mundo nos engañe,
y nos libere de todo aquello que impide nuestro crecimiento.
No nos dejes caer en el olvido
de que Tú eres el Poder
la Canción que se renueva de tiempo en tiempo
y que todo lo embellece.
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