
CONSEJOS DE UN EXORCISTA
«Accipe sal sapientiæ: propitiatio sit tibi in vitam æternam. Amen».(“Recibe la sal de la Sabiduría: que te sea propicia para la vida eterna»).
Durante el ritual tradicional del Bautismo, mientras pronunciaba estas palabras sagradas, el sacerdote tomaba un pellizco generoso de sal bendita y lo colocaba firmemente en la boca del niño (o del adulto).
En el ritual moderno, que rige en la Iglesia Católica desde el año 1999, se ha omitido por completo este paso tan importante. No puedo evitar preguntarme el porqué.
También quisiera saber la verdadera razón de saltarse e ignorar las imprescindibles oraciones de exorcismo… pero este punto lo dejo para otro post.