Quien redacta estas líneas fue el primero en atreverse a decir públicamente en un medio televisivo de Chile que las polémicas hermanas actuaban desde el lado oscuro; es decir, que trabajaban con el Diablo. Ellas lo negaron y trataron de defenderse pidiendo que «se les mostrara el contrato». El susodicho contrato con el Malo, de existir, lo tienen ellas, no este humilde servidor. Apenas dos meses después, y tras varias negativas o desmentidos, ellas mismas han declarado trabajar en la oscuridad, dándonos toda la razón a lo que en su momento afirmamos.
Al final todo termina sabiéndose. Y es que las verdades caen por su propio peso… Como escribe San Marcos en 4:21-25, «no hay nada oculto que no deba ser revelado y nada secreto que no deba manifestarse».
El término con que ellas mismas se definen es solamente un detalle más de su ignorancia. Evidentemente, ni siquiera conocen la diferencia entre ‘luciferianas’ (como dicen ser) y ‘luciferinas’, que es lo que parecen ser en realidad. Y decimos ‘parecen’, porque en sus invocaciones unen a Satanás con Lucifer, cuando la mayor parte de los luciferinos rechazan ser considerados satanistas. Por el contrario, los satanistas en muchos casos sí se consideran luciferinos. Así pues, y mientras ellas no lo aclaren rotundamente y con todo detalle, estamos en nuestro legítimo derecho de hacernos esta pregunta, la misma que se hacen muchos de nuestros lectores: ¿Son luciferianas las hermanas Peña? O, por mucho que pretendan ocultarlo y disfrazarlo, son en realidad satanistas?
Otra cosa es que sean realmente psíquicas o videntes, que tengan auténticos dones o poderes ‘paranormales’… todo lo cual nos permitimos poner en duda también. Pero ya llegará el momento de hablar claro al respecto.
Son unas estafadoras, a mi me ayudo Josef y su señora Aguamarina, y mi guaguita nacio sanita, gracias dios los bendiga a ustedes.